11 de marzo de 2005
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El sobrecargado sector público de Puerto Rico: ¿cómo lo arreglaría usted?
¿Sabía usted que 1 de cada 3 empleados asalariados en Puerto Rico trabaja para el gobierno?
¿Sabía usted que el gobierno del Estado Libre Asociado está organizado en 130 agencias gubernamentales mientras que Florida, con una población 75% mayor, opera su sector público con sólo 14 departamentos gubernamentales?
¿Sabía usted que la proporción de empleados públicos puertorriqueños y la población de la isla es mayor que la de ningún estado en los Estados Unidos?
Los economistas concuerdan con que Puerto Rico se encuentra en medio de una "crisis financiera" provocada en gran parte por el excesivo tamaño y desmesuradamente ineficiente sector público.
La semana pasada en el "Informe sobre Puerto Rico," John Marino informó a los lectores del Herald que, de acuerdo con un reciente estudio de la Asociación de Industriales local, "el tamaño del gobierno (sus empleados) está asfixiando el crecimiento económico de la isla". En una cruda comparación del sector público de la isla con el de Connecticut un estado con una población casi igual a la de Puerto Rico el gobierno del Estado Libre Asociado cuenta con 6 empleados en la nómina pública por cada 1 en Connecticut. En términos numéricos, Puerto Rico paga con los impuestos de los contribuyentes los salarios de 300,000 a 320,000 empleados todo depende cómo se lleve a cabo el conteo -- mientras que Connecticut lleva a cabo su operación con aproximadamente 49,000 empleados públicos.
Cuando el sector privado de Puerto Rico se compara con la población de la isla, se pone de manifiesto que hay 1 empleado público por cada 13 boricuas, una proporción abismalmente alta cuando se compara con los estados de la unión. Basándonos solamente en el ejemplo de Connecticut otra vez, la proporción en ese estado es de 1 empleado público por cada 58 residentes en el estado. Los estados que más se aproximan a la proporción de empleados públicos con su población de Puerto Rico son Hawai y Alaska con 1 empleado por cada 21 residentes y 1 empleado por cada 26 residentes, respectivamente. Para Puerto Rico ponerse a la par con la proporción de Hawai tendría que despedir más de 100,000 empleados públicos.
Usando datos recopilados en marzo del 2003 por la Oficina del Censo de los Estados Unidos, la proporción promedio entre empleados públicos y población en todos los 50 estados es de aproximadamente 1 empleado por cada 50 residentes. Illinois cuenta con la proporción más amplia con 1 empleado por cada 94 residentes, con California, Florida y Nevada muy cerca con 1 empleado por cada 91 residentes. Para Puerto Rico llegar al envidiable nivel de Illinois, el Estado Libre Asociado tendría que reducir su fuerza laboral a unos 42,000 poco menos que Connecticut teniendo que despedir a 250,000 empleados públicos, o un 85% de su personal. Para que la isla logre ese promedio estatal de 1 empleado por cada 50 residentes, unos 220,000 trabajadores del gobierno tendrían que despedirse.
Es obvio que reducciones tan drásticas en la fuerza laboral pública son imposibles tanto política como económicamente a corto y mediano plazo.
Políticamente, cada uno de los empleados públicos representa un voto y los terriblemente estrechos márgenes de la victoria en las elecciones del 2004 quedaron grabados en la conciencia de los funcionarios electos y en consecuencia ninguno querría tener que hacer frente a grupos de molestos empleados despedidos en el 2008.
Económicamente , ya hay casi un nivel de desempleo de 11.2% (diciembre del 2004) en la isla y una base insuficiente en el sector privado que pudiera re-absorber los empleados públicos despedidos. Desde el 2001, el sector privado de Puerto Rico ha eliminado unos 50,000 empleados asalariados que representan una cifra de 775, 300.
A pesar de los riesgos envueltos, el recientemente electo Gobernador, Aníbal Acevedo Vilá, debe hacer algo al respecto. Se enfrenta a un déficit de más de mil millones de dólares que se proyecta que aumentará a menos que se tomen medidas determinantes. Está demostrando su aversión a aumentar los ingresos del gobierno mediante impuestos, de modo que se está viendo obligado a pasar revista de esa sobrecargada fuerza laboral como una potencial fuente de recortes. La Fortaleza está ahora considerando un plan que ha hecho flotar por la isla la Oficina de Administración y Presupuesto que podría ahorrar al gobierno, según se informa, $100 millones sin tener que eliminar empleos. En su discurso sobre el Estado del ELA ante la Asamblea Legislativa el martes, Gobernador Acevedo prometió congelamiento de empleo, retiros tempranos y reorganizaciones departamentales como medidas que implementará su administración para lograr ahorros presupuestarios.
No se está hablando nada sobre privatización de los servicios públicos y otras funciones gubernamentales, de la manera en que el ex Gobernador Pedro Rosselló privatizó la compañía telefónica en su segundo término, una decisión que se puede argumentar que le costó suficientes votos su Partido Nuevo Progresista (PNP) en las elecciones del 2000 y llevó a la elección de la ex Gobernadora del Partido Popular Democrático, Sila Calderón, cuando derrotó a su contrincante del PNP, Carlos Pesquera.
Con el Estado Libre Asociado gastando casi la mitad del producto interno bruto de la isla la suma del valor de todos los productos y servicios que se producen en la isla y con pocas probabilidades de que el sector privado aumente en forma significativa en un futuro cercano, el Gobernador Acevedo se enfrenta a un dilema heredado de los demás gobiernos durante los últimos 50 años. Sin embargo, en ningún momento en la historia del Estado Libre Asociado, ha sido más urgente la naturaleza de este problema.
En su artículo del 15 de febrero en el Caribbean Business, Elisibeth Roman declara que "a menos que se haga algo para controlar la crisis financiera del Estado Libre Asociado, los contribuyentes puertorriqueños continuarán haciendo frente a altos impuestos durante décadas mientras reciben menos y una calidad cada vez más baja en los servicios que les provee el gobierno". También hizo notar que este incurable enredo fiscal está provocando un alarmante éxodo de la isla hacia los Estados Unidos. Hay quienes calculan que toda la población puertorriqueña está dividida a partes casi iguales entre la isla y los Estados Unidos, con la población en la isla disminuyendo y la de Estados Unidos aumentando rápidamente.
Este fenómeno crea la ironía que el masivo sector público está haciendo entrega de servicios a un número cada vez menor de personas en la isla.
Como el Gobernador necesita todo el consejo que pueda obtener para reducir el impacto del enorme sector público sobre su grande y creciente déficit, esta semana podrá recibirlo de parte de los lectores del Herald.
¿Qué debe hacer el Gobernador Acevedo Vilá para reducir la cantidad de empleados públicos?