28 de enero de 2005
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La búsqueda de Pedro Rosselló: ¿dónde terminará?
Dos años atrás, Pedro Rosselló, Gobernador de Puerto Rico desde 1992 hasta el 2000, se encontraba cómodamente ofreciendo cátedras sobre salud global en la Facultad de Medicina de la Universidad de George Washington y encabezando su Comité Conjunto de Profesores y Estudiantes. En ese entonces, los esfuerzos de la prensa por obtener declaraciones suyas sobre la política en Puerto Rico y el creciente escándalo de corrupción en su gobierno, resultaron infructíferos. La toga y el birrete parecían ya ser un artículo permanente en su guardarropa.
En Puerto Rico, su Partido Nuevo Progresista (PNP) estaba siendo acosado por su rival el Partido Popular Democrático (PPD) y la Gobernadora en función, Sila Calderón, debido a las acusaciones que estaban formulando fiscales federales en contra de ex – miembros de su gabinete por alegadamente valerse de influencias indebidamente y por sobornos. Algunos de ellos fueron sentenciados por esos cargos. Rosselló no se vio involucrado, pero la cacería estaba en todo su apogeo por parte de sus rivales por encontrar evidencia que lo vinculara a nivel personal a esas prácticas corruptas.
Luego, según fuentes cercanas a él, durante una corta visita a la isla, el ex Gobernador del Partido Nuevo Progresista (PNP) durante dos términos preguntó: "¿Qué puedo hacer para ayudar al partido?" En primera instancia él se mostró renuente a la sugerencia de "regresar a la isla y postularse para Gobernador". Pero su respuesta final es bien conocida. Pedro Rosselló cerró los libros de cátedra y regresó al duro campo de la política puertorriqueña para postularse a Gobernador en el 2004.
En esos momentos, el ex Director de Fomento durante el gobierno de Rosselló, Carlos Pesquera, era el Presidente el PNP y se asumía que sería el candidato a Gobernador en el 2004, a pesar de que había sufrido una sólida derrota en las elecciones del 2000 ante Sila Calderón, la candidata del Partido Popular Democrático (PPD). Los sabios del PNP consideraban a Pesquera un candidato débil, a pesar de que la Sra. Calderón era percibía por muchos de los potenciales votantes como una Gobernadora inepta y se calculaba que se encontraría muy vulnerable en cualquier campaña de re-elección.
Casi todos los ex miembros del PNP y funcionarios electos en ese entonces se volcaron hacia Rosselló, dejando a Pesquera virtualmente sin apoyo alguno. Aún así, continuó con el circo de su candidatura activa hasta que ese vio derrotado por el ex – Gobernador durante una contienda de primarias. Después de ese enfrentamiento, Rosselló parecía invencible. Las primeras encuestas lo mostraban en la delantera por hasta un 30% ante la Gobernadora Calderón.
Luego el "huracán político Sila" barrió la isla. En una lagrimosa "despedida" por televisión, la Gobernadora anunció que su "larga carrera" en el gobierno habría llegado a su fin después de terminar su período en la gobernación en el 2004. Por supuesto, la decisión se atribuyó a "razones personales" pero el consenso entre los expertos políticos de ambos partidos fue presumir que simplemente estaba cerrando sus opciones políticas en vista de su inminente destrucción por el "tifón Pedro".
Con total desorden en el PPD después del anuncio de renuncia de la Sra. Calderón, por último se optó por Aníbal Acevedo Vilá, el entonces Comisionado Residente, como el candidato para enfrentar a Rosselló para Gobernador. Pocos le daban probabilidad alguna de ganar. Sin embargo, su campaña fue muy capaz y formuló un llamado directo a los miembros del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) para que le ayudaran a parar los planes de Rosselló llevar a la isla hacia la estadidad. "Voten mixto", decía. "Voten bajo la insignia de su partido, pero escojan a los candidatos del PPD para Gobernador y Comisionado Residente. ¡Denme pivazos!"
Durante la larga campaña, Rosselló nunca tuvo menos de 10 puntos de ventaja sobre Acevedo en las encuestas, pero en las semanas finales el margen comenzó a estrecharse. En una encuesta para el Herald que llevó a cabo Opinión Dynamics Corporation de Cambridge, Massachussets, una semana antes de las elecciones, la ventaja de Rosselló se había reducido a un 5% y el porcentaje de votantes indecisos había bajado a un 12%, del 19% que se había registrado la semana anterior. Los votantes estaban decidiéndose y Aníbal parecía estar ganando terreno. Resulta interesante notar que en esa misma encuesta, Rubén Berríos, el candidato a gobernador del PIP podía adjudicarse un 5% del voto, pero en última instancia en las elecciones recibió menos de un 3% del apoyo de los votantes.
En la noche del 2 de noviembre, Pedro Rosselló recibió lo que debe haber sido la gran sorpresa de su vida. Los votantes otorgaron al PNP control de la legislatura, una mayoría de los puestos de Alcaldes y la posición de Comisionado Residente, pero nada a él. Su rival, Aníbal Acevedo Vilá, obtuvo la gobernación por un margen extremadamente pequeño, un 0.2% de los votos, requiriendo un recuento que subsiguientemente confirmó la victoria del PPD. Los pivazos habían provisto el margen necesario para la victoria de Acevedo Vilá.
En todo momento, el Sr. Rosselló se ha rehusado a aceptar la derrota. Su lucha durante siete semanas en los tribunales federales terminó con el rechazo de los jueces de tomar una decisión en torno a la validez de los pivazos, indicando que era un asunto local de la isla. El tribunal local, en pocas palabras, dijo que ese tipo de voto se ha venido usando en pasadas elecciones y nunca nadie se había quejado sobre la validez de los pivazos.
De modo que el 23 de diciembre, la Comisión Estatal de Elecciones declaró a Aníbal Acevedo Vilá como el ganador y el 2 de enero de este año fue juramentado como el Gobernador de Puerto Rico. Pedro Rosselló, el Presidente del PNP y presunto salvador del partido quedó fuera de una posición electa.
Pero el PNP no habría de aceptar esa situación. Como los partidos políticos en Puerto Rico pueden designar los reemplazos de legisladores que se retiran de sus cargo, uno de los senadores electos del PNP tenía que abandonar el puesto para permitir que su derrotado campeón pudiera tener una voz en el gobierno y, una vez ocupando un escaño senatorial, poder que ser electo como Presidente de ese cuerpo legislativo, a pesar de que otro líder del PNP, Kenneth McClintock, ya ha sido electo para ese cargo.
La mayor parte de toda esta estratagema se ha ubicado en su lugar, aun cuando algunos de los perdedores han formulado sus quejas durante todo el proceso. Victor Loubriel, Senador-electo de Arecibo, con mucho decoro dejó su puesto. El único disidente que expresó su opinión al respecto fue el ex-Senador Calvin Tirado que tiene esperanzas de ganar el escaño en un enfrentamiento de primarias contra Rosselló. ¡Ni hablar sobre sus probabilidades de éxito!
En momentos en que nos preparamos a lanzar en línea esta edición del Herald, Pedro Rosselló se prepara a ser juramentado como Senador. Hasta ahora, los senadores del PNP se han mostrado renuentes a desahuciar a su Presidente-electo, Kenneth McClintock, pero todavía no se han visto sujetos a todo el peso de la presión del PNP a favor del Presidente del partido. Fuentes internas del partido, que han hablado con la prensa, dicen que Rosselló está decidido a convertirse en el Presidente del Senado y no escatimará esfuerzos para lograrlo.
Para los que ponen en duda la persistencia de Pedro Rosselló, que vayan a hablar con Carlos Pesquera, Sila Calderón y Victor Loubriel.
¿Cree usted que Pedro Rosselló entrará al Senado y será electo su Presidente?
Por favor, emita su voto arriba.
