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CORREO DE LECTORES

8 de enero de 2000
Copyright © 1999 THE VIRGINIAN-PILOT and THE LEDGER-STAR, NORFOLK, VA. Todos los derechos reservados.

Vieques: La controversia no puede resumirse en la frase "Los EE.UU. Contra 'Ellos' "

En respuesta a las cartas publicadas el 27 de diciembre: "Nuestras tropas son las únicas que corren algún riesgo en Vieques" y "La cuestión en Vieques es la desobediencia civil":

La cuestión de los entrenamientos con munición cargada que realiza la Armada de los Estados Unidos en Puerto Rico, no es un conflicto de los EE.UU. contra "ellos". Puerto Rico ha sido una colonia de los Estados Unidos durante 100 años. No sólo la Armada y los militares han actuado con impunidad y negligencia y menospreciando los principios más básicos de los derechos y libertades civiles de los ciudadanos de este país, sino también lo han hecho todas las agencias federales, especialmente el Congreso. Esta situación ha transformado en una burla el tema de los derechos de los ciudadanos estadounidenses que tan orgullosamente siempre hemos defendido en cada uno de los conflictos armados de este siglo.

Este tema supera las cuestiones de política partidaria o del Presidente Clinton. Se basa en el derecho que tiene cada estadounidense de gozar de la libertad y de la paz en sus propios hogares, libres de cualquier persecución o agravio que provenga de cualquier complejo militar-industrial.

Permítanme asegurar a nuestros compatriotas de Virginia que quienes vivimos en Puerto Rico estamos preparados para asumir nuestras responsabilidades fiscales, tan pronto como el Congreso reconozca nuestros derechos como ciudadanos estadounidenses. En ellos se incluyen el derecho de votar en las elecciones presidenciales y de elegir nuestra representación en el congreso la que se debería ocupar de resolver temas de esta naturaleza tal y como lo garantiza nuestra Constitución.

Arturo J. Guzman
San Juan, Puerto Rico

 

27 de diciembre de 1999
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Nuestras tropas son las únicas que corren algún riesgo en Vieques

Adoptando una vez más un patrón ya familiar en la toma de decisiones de este gobierno, nuestro comandante en jefe demostró la profundidad y la fortaleza de sus convicciones: superficialidad y debilidad.

Siempre que se dirige a las audiencias militares, menciona su absoluta dedicación para con la seguridad y bienestar de los hombres y mujeres que combaten. Sin embargo, cuando tiene que elegir entre alienar a los votantes portorriqueños y poner en peligro a los pilotos, marinos e infantes de marina del grupo de batalla Eisenhower, revierte a su ser verdadero, el político consumado, y antepone la protección de las campañas de su esposa y de su vicepresidente a la del grupo de batalla.

El Presidente Clinton se rebaja ante un pequeño grupo de pescadores que habitan ilegalmente en propiedad del gobierno, y les ofrece US$ 40 millones para que consideren la posibilidad de que los militares reinicien las maniobras en un terreno sobre el cual los portorriqueños no tienen derechos. Resulta hasta gracioso que los portorriqueños hayan rechazado su propuesta y hayan puesto al presidente en una situación de la que le va a resultar difícil salir airoso. Desafortunadamente, el grupo de batalla es el que lleva las de perder con un programa de entrenamiento inseguro y que no fue debidamente probado.

Un portorriqueño falleció cuando explotó una bomba errante mientras trabajaba para el gobierno en una propiedad del gobierno, a millas de distancia de las aldeas de pescadores de Vieques. Ningún residente de tales aldeas corre peligro alguno como consecuencia de tales maniobras; simplemente pueden sentirse molestos por el ruido de las bombas que caen a millas de sus hogares. Las explosiones que personalmente oigo y que provienen de las bases de West Virginia se producen mucho más cerca de mi casa.

No se trata de una cuestión de seguridad para los portorriqueños; sino de una cuestión de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Se deberían reiniciar las maniobras sin limitaciones ni disculpas.

Ted Morse
Virginia Beach

 

La cuestión en Vieques es la desobediencia civil

El gobierno de Clinton detuvo todos los bombardeos cargados que se realizaban en el Sector de Práctica de la Flota del Atlántico en Vieques, Puerto Rico. Y nosotros, los contribuyentes, debemos entregar unos US$ 14 millones al estado libre asociado de Puerto Rico para poder llegar a un acuerdo.

Esta cantidad de dólares se destinará a personas que ni siquiera pagan impuestos federales a las ganancias. El gobernador de Puerto Rico rechazó la propuesta del gobierno. Una vez más, Bill Clinton antepuso su política personal y/o la de su esposa a la seguridad nacional.

A mediados de la década del 70, un periódico de San Juan publicó una serie de artículos llamados, "No despierten al gigante dormido". Los artículos intentaban informar a los ciudadanos de Puerto Rico todas las ventajas que encerraba el hecho de ser un estado libre asociado de los Estados Unidos, sin tener que pagar impuestos federales. En aquel entonces, Puerto Rico recibía más dinero para la seguridad social que otros 46 estados.

Probablemente, poco haya cambiado en los últimos 20 años. Una manera de ponerle fin a la desobediencia civil es metiéndole la mano en el bolsillo a los residentes. Espero que el Congreso se ocupe de lo que está sucediendo en Vieques.

John J. Kingston
Virginia Beach

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