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Puerto Rico Perfil: Felix "Tito" Trinidad
19 de noviembre de 1999 Marca Registrada © 1999 THE
PUERTO RICO HERALD. Todos los derechos reservados.
En un rincón
del Viejo San Juan destruido por los huracanes, un hombre de baja
estatura, con sus puños elevados y expresión confiada,
se encuentra parado sobre un pedestal que está desplomándose.
Su rasgos están curtidos por el viento y la lluvia... algunos
de sus huesos metálicos están a la vista. Pero la
estatua de A. Sixto Escobar (1913-1979), el primer puertorriqueño
en alcanzar el título de Campeón Mundial de Boxeo,
se mantiene triunfal. Puede verse en su mirada una determinación
de victoria que desafía toda la erosión externa.
El 18 de septiembre, Felix "Tito" Trinidad se convirtió
en el más reciente heredero del legado de Escobar. El peso
wélter de 26 años derrotó a Oscar De la Hoya
por una decisión mayoritaria contribuyendo así a
su extraordinario récord de 35-0 con 30 knock-outs. A pesar
de que De la Hoya parecía estar ganando en Las Vegas durante
las primeras ocho de doce rondas, Trinidad no se dio por vencido.
A medida que De la Hoya bajaba su guardia en las rondas finales,
el abatido luchador de Cupey Alto, Puerto Rico, cambió
la opinión de los jueces con su determinación y
energía.
En el mundo del pugilismo, este encuentro era la oportunidad
para que Tito Trinidad probara que es un campeón legítimo
y una figura destacada en el deporte. Trinida logró reconocimiento
por primera vez entre los aficionados cuando derrotó a
Hector "Macho" Camacho en 1994, pero para entonces muchos
consideraban que ya Camacho no se encontraba en su mejor forma.
El enfrentamiento contra Oscar De la Hoya, también de 26
años, fue un nuevo desafío para Trinidad. De la
Hoya llegó a Las Vegas con un récord de 31-0 con
25 knock-outs; Campeón Olímpico, llevaba el cinturón
del peso wélter de WBC. Ahora Trinidad, que ya contaba
con el título IBF, puede añadir el cinturón
de WBC a su colección.
Para el pueblo de su isla, la victoria de Tito marcó
su ascenso final hacia el panteón de héroes puertorriqueños.
De regreso a su hogar, sus aficionados se amotinaron en el aeropuerto
gritando su nombre. Incluso el Gobernador Pedro Roselló
se encontraba presente para agradecer a Trinidad por la "glorificación
del nombre de Puerto Rico."
Ahora Tito Trinidad se encuentra en las filas de los grandes
pugilistas de la historia puertorriqueña. Lo han comparado
con otros dos campeones de la isla del peso wélter, Wilfred
Benítez y Wilfredo Gómez.
Wilfred Benítez es un puertorriqueño nacido en
el Bronx que se convirtió en el luchador más joven
en ganar un título mundial en 1976, cuando apenas tenía
17 años y medio. Se auto denomina "La Biblia del boxeo"
por su superioridad técnica en el cuadrilátero.
En 1981 se convirtió en el séptimo boxeador en la
historia en ganar títulos en tres categorías de
peso distintas - peso wélter Junior, peso wélter
y super wélter.
Wilfredo Gómez logró tres títulos mundiales
en la década de los 80. El Presidente de la Organización
Mundial de Boxeo, Francisco "Paco" Valcarel, lo considera
el mejor luchador en la historia del deporte.
Tito Trinidad no ha recibido todavía ese tipo de elogio
entre los aficionados del boxeo. De hecho, su victoria en septiembre
generó amplia crítica en algunos círculos.
Muchos aficionados y comentaristas - al menos afuera de Puerto
Rico -- dijeron que De la Hoya en realidad había sido el
ganador o que Trinidad simplemente había ganado por defecto
por parte de su contrincante.
Sin embargo, eso no ha alterado la reacción del pueblo
en Puerto Rico. Tito Trinidad sigue siendo un gran campeón,
todavía invicto, y motivo de gran orgullo entre los puertorriqueños.
Más aún, en un deporte que cuenta con muchos participantes
que han tenido problemas con la justica, Trinidad se ha mantenido
alejado de las trampas de abuso de drogas y violencia descontrolada.
Igual que la estatua de Sixto Escobar que se mantiene erguida
en un área azotada y destruida por tormentas y el tiempo,
Tito Trinidad - en el duro y determinado mundo del pugilismo puertorriqueño
- se mantiene en una elevada posición.
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