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Marta Casals Istomin: Perfil

13 de agosto de 1999
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"No fue mi decisión comenzar a tocar el violoncelo," comenta Marta Casals Istomin, la mundialmente reconocida violoncelista, durante una reciente entrevista telefónica. "Mi tío estaba organizando un grupo de música de cámara y necesitaba un violoncelista... no hay muchas personas en Puerto Rico que tocan el violoncelo, pero a mi me apasiona."

Esa pasión por el violoncelo ha tenido una profunda influencia en su vida. Marta Istomin se casó con el virtuoso del violoncelo, Pablo Casals, trabajó como Directora Artística del Centro Kennedy en Washington, D.C. desde 1980 a 1990 y, en la actualidad, es la Presidenta de la Escuela de Música de Manhattan en la ciudad de Nueva York.

"En Puerto Rico estuve muy involucrada con la música," continua diciendo. Entre sus muchas contribuciones se incluye la ayuda que ofreció a su primer esposo para crear y organizar el Festival Casals, la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y el Conservatorio de Música de Puerto Rico donde daba clases de violoncelo. Después de la muerte de Pablo Casals, se desempeñó como Co-Presidenta de la Junta de Directores y Directora Musical de la Organización del Festival Casals. El Festival Casals es un evento de gran trascendencia en Puerto Rico y goza de extraordinario reconocimiento a nivel mundial por la excelencia y calidad de la música y talento que ofrece todos los años.

La Sra. Istomin ha recibido muchos galardones y reconocimientos por sus contribuciones al mundo de la música y su representación de la comunidad puertorriqueña.

El Sr. Ramón S. Vélez, Presidente del Desfile Nacional Puertorriqueño en la ciudad de Nueva York, al comentar sobre la selección de la Sra. Marta Istomin como Maestra de Ceremonias del desfile en 1998, se refirió a ella diciendo que es "una ilustre puertorriqueña por derecho propio que ha representado a la comunidad con dignidad y excelencia. Sus logros, sin duda alguna, son motivo de gran orgullo entre todos los puertorriqueños y una fuente de inspiración para futuras generaciones".

Cuando se le preguntó qué es lo que más la enorgullece de Puerto Rico respondió: "La calidad de la gente, su afecto y bondad. Se han esforzado tremendamente para mejorar su calidad de vida. Son arduos trabajadores. Es esa calidad de su gente lo que ha ayudado a la isla con su industria, su magnífica universidad, así como la Facultad de Medicina y de Leyes. Culturalmente, el pueblo de Puerto Rico tiene un profundo interés en el valor de la vida intelectual".

Marta Montañez Martínez nació en Humacao, Puerto Rico y fue educada en una escuela de primaria en Santurce. Músicos que visitaron la isla reconocieron su aparente talento y a los 13 años se trasladó a Nueva York después de recibir una beca para estudiar en la Escuela de Música Mannes. Se matriculó simultáneamente en la escuela superior Marymount y comenta que está agradecida de haber contado con la energía necesaria para correr a diario de una escuela a la otra. No sólo fue capaz de adaptarse a las diferencias culturales y perfeccionar su inglés mientras estudiaba música, sino que también logró ubicarse entre los estudiantes en la lista de honor de la escuela superior.

A través de su carrera musical la Sra. Istomin ha recibido muchos premios. Los gobiernos de España, Francia y Alemania le han conferido sus más altos honores civiles y ha recibido doctorados honorarios de varias universidades muy prominentes en Estados Unidos.

Como Directora Artística del Centro Kennedy, la Sra. Istomin inició los Conciertos de la Terraza y desarrolló la serie de ballets más extensa de todo el país. Uno de sus principales esfuerzos como directora fue ofrecer a jóvenes artistas la oportunidad de expresar sus talentos incluyéndolos en varios de los programas del Centro Kennedy.

En su calidad de Presidenta de la Escuela de Música de Manhattan ha logrado cambios significativos en su currículum y otras áreas de la escuela para mejorar el nivel total de la educación de los estudiantes. Ha invitado a conductores de gran fama a dirigir la orquesta y a artistas internacionales a trabajar directamente con los estudiantes, revitalizando así los programas de reclutamiento tradicionales de la escuela.

A pesar de que la Sra. Istomin ya no interpreta el violoncelo, no por eso ha abandonado su continua actividad en el mundo de la música. Observa que sus expectativas musicales siempre han sido sumamente altas. En su trabajo con el Festival Casals, como Directora Artística del Centro Kennedy y, ahora, como Presidenta de la Escuela de Música de Manhattan, siempre ha buscado la manera de ofrecer a jóvenes artistas la oportunidad de expandir sus horizontes y desarrollar sus talentos.

Después de todo, ella está sumamente consciente de lo que es ser una prometedora joven artista. Marta Istomin es una de las que han logrado realizar plenamente el potencial de esa temprana promesa.