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CABLE DE NOTICIAS DE ASSOCIATED PRESS

Rosselló reclama que la Marina de Guerra de los EE.UU. se retire del campo de tiro

por Chris Hawley

1 de julio de 1999
Marca Registrada © 1999 THE ASSOCIATED PRESS. Todos los derechos reservados.

SAN JUAN, Puerto Rico (AP) - Citando una historia de bombas perdidas y daño ambiental, el gobernador puertorriqueño, Pedro Rosselló, dice que tratará de expulsar a la Marina de Guerra de una remota isla.

"Va a ser una lucha, estamos todos de acuerdo en eso, pero estamos todos comprometidos", dijo Rosselló el miércoles al respaldar el informe de una comisión gubernamental que reclama el retiro de la Marina de Guerra de la isla de Vieques.

Rosselló -partidario de la estadidad para este territorio estadounidense- se unió a los políticos locales de todos los partidos en el respaldo al informe. El creo la comisión luego de que un guardia civil muriera en un accidente ocurrido durante una práctica de bombardeo en el campo de tiro.

Rosselló dijo que considera nulo el acuerdo de 1983 entre la Marina de Guerra y el gobierno de Puerto Rico, porque la Marina no ha cumplido sus promesas de proteger el medio ambiente y la seguridad de los 9300 residentes de la isla.

Oficiales de la Armada insisten en que Vieques, el único campo de tiro con munición real en el Atlántico, es vital para la seguridad nacional. En los años 40, la Marina de Guerra ocupó dos tercios de la isla, que tiene 18 millas de largo y 4 de ancho, y está situada a poca distancia de la costa oriental de Puerto Rico.

El capitán James Stark Jr., Comandante de la Roosevelt Roads Naval Station que supervisa el campo de tiro, declinó hacer comentarios sobre el informe, pero dijo que los militares están "buscando soluciones que beneficiarán al pueblo de Vieques al mismo tiempo que mantendrán nuestra obligación de entrenar fuerzas militares para defender nuestra nación".

La oposición a la presencia de la Marina de Guerra cobró fuerza a partir de que un guardia civil fue asesinado el 19 de abril, cuando dos bombas de 500 libras fueron arrojadas fuera del blanco. El mes pasado, la admisión de la Marina de que en febrero había arrojado por error en la isla proyectiles cargados con uranio radioactivo -violando leyes locales y federales- alimentó las preocupaciones de que la Marina haya estado ocultando similares accidentes.

El informe de 300 páginas de la comisión detalla que cinco bombas fueron lanzadas a una milla de las viviendas en 1993 y que un vehículo del gobierno fue alcanzado por balas perdidas de una ametralladora en 1997.

El panel afirma que los frecuentes bombardeos espantan a los turistas e inversores, lo que da como resultado un ingreso promedio un 30 % menor que el de la isla principal. La tasa de incidencia de cáncer es por lo menos un 40 % más alta en Vieques que en el resto de Puerto Rico, según investigadores de la Universidad de Puerto Rico. Los residentes afirman que sus problemas de salud se deben a los residuos tóxicos de los explosivos.

"El daño es real", dijo Mario Gaztambide, miembro de la comisión. "Esta no es una cuestión de Puerto Rico contra los Estados Unidos... esta es simplemente una cuestión de justicia para Vieques".

Los miembros de la comisión sostienen que los ejercicios militares ponen en peligro el lugar donde se reproducen y crían especies en extinción: el manatí, la tortuga marina, los arrecifes de coral, pelícanos y bahías llenas de plancton luminiscente. Pero declaraciones sobre el impacto ambiental presentados por la Marina sostienen que los ejercicios tienen poco efecto sobre el medio ambiente.

Los residentes de Vieques, "como el resto de los ciudadanos", tienen el inalienable derecho a disfrutar la vida, la libertad y la propiedad y a buscar la felicidad", dijo Rosselló. "Las actividades de la Marina de Guerra de los Estados Unidos de América en la isla de Vieques constituyen una violación de esos derechos fundamentales garantizados por la constitución".

A pedido de Rosselló, el presidente Clinton ordenó que el Departamento de Defensa designase un panel para estudiar el problema de Vieques.

Cumpliendo las ordenes de Clinton, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos designó un panel de cuatro hombres para evaluar si los militares debían continuar los ejercicios de tiro con munición real en Vieques. El panel debería presentar sus conclusiones en Agosto.

Los puertorriqueños criticaron ese panel por tener sólo un miembro civil. La comisión puertorriqueña incluyó miembros de diferentes partidos: del que respalda la estadidad, del que apoya el mantenimiento del Estado Libre Asociado y del independentista, pero no representantes militares.

Ante la continua presión de la opinión pública y de la actividad política, Rosselló dijo que tendrá a mano proyectos de interdicción para detener los bombardeos y una acción judicial colectiva.

"Si no conseguimos las respuestas que queremos, siempre podemos tomar otra acción", señaló.

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