19 de noviembre de 2004
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El recuento: una muerte por mil cuchilladas
A medida que avanza la semana, el pueblo puertorriqueño dista mucho de saber quién será su próximo Gobernador y, según van desencadenándose los acontecimientos, el recuento de los votos para determinar el ganador está todavía a semanas – si no meses – de su fin. Todavía tiene que llevarse a cabo un recuento de "papeleta por papeleta" de los 1,968,503 votos que se emitieron. Después de la trifulca inicial con los oficiales de los tres partidos políticos y varios cambios de posición en sus anuncios, el Presidente de la Comisión Estatal de Elecciones, Aurelio Gracia, finalmente declaró que se llevará a cabo primero un "recuento general" de los 7,268 colegios de votación dispersos por los 110 precintos en la isla, antes de llevarse a cabo una revisión de cada uno de los votos.
El recuento se dictaminó automáticamente cuando el candidato del Partido Popular Democrático (PPD), Aníbal Acevedo Vilá, logró un margen de victoria sobre el candidato del Partido Nuevo Progresista (PNP), Pedro Rosselló, de menos de un 0.5% del total de los votos. Según las regulaciones de la Comisión Estatal de Elecciones, si el "recuento general" aumenta el margen de victoria de cualquiera de los candidatos por más de ese porcentaje, entonces no se llevará a cabo el recuento de voto por voto. Sin embargo, esa situación no parece muy propensa a ocurrir. El recuento ya lleva dos semanas y hasta ahora sólo 30% del total de los colegios de votación han sido revisados, mayormente en el área de San Juan. El PPD quiere limitar el proceso a sólo el "recuento general" mientras que el PNP quiere que se revisen todos los votos emitidos.
El convulsivo proceso de recuento ha generado un circo de política partidista en la isla. Acevedo Vilá, asumiendo que es el ganador, ha dado inicio a todo el proceso de transición del poder. Pedro Rosselló, al comienzo resentido por la posición pública asumida por su rival, ahora ha formulado solicitudes públicas de una investigación de fraude electoral. Varias demandas han sido sometidas ante los tribunales del Estado Libre Asociado. Después de varios incidentes de tumultuoso comportamiento ante la Comisión Estatal de Elecciones, a los candidatos políticos se les ha prohibido ser observadores del proceso de recuento. Se han formulado llamados a Washington pidiendo que las autoridades federales investiguen la elección. La retórica y las acusaciones políticas ha alcanzado niveles iguales a los de antes de la elección.
Este doloroso proceso comienza a hacer recuerdo a los puertorriqueños de la antigua tortura china en que las víctimas condenadas lentamente se hacen morir mediante 1,000 diminutas cuchilladas que, en última instancia, resultan letales en su cúmulo.
El martes, el candidato del Partido Nuevo Progresista (PNP), Pedro Rosselló, rompió su silencio desde la elección, en un discurso por televisión, acusando al Partido Popular Democrático por "fraude", sugiriendo que durante el conteo inicial de los votos sus representantes en los precintos, inapropiada e ilegalmente, marcaron papeletas en la columna del candidato del PPD, Aníbal Acevedo Vilá que habían sido emitidas a favor del candidato del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos. También, el PNP ha solicitado al tribunal federal que el "recuento general" y la revisión de voto-por-voto debe llevarse a cabo en forma simultánea y que se obligue a Acevedo Vilá a parar el proceso de transición del poder gubernamental.
Uno de los principales puntos en disputa desde el 2 de noviembre es cómo habrán de considerarse las papeletas de "votos mixtos" en el recuento general. La papeleta oficial usada el 2 de noviembre ofreció a los votantes la opción de marcar sus papeletas por candidato a cada posición sin importar el partido o, hacer una marca bajo el logo de alguno de los partidos políticos, automáticamente seleccionando todos los candidatos de ese partido que aparecían en la papeleta. Una vez que se marcaba el "casillero del partido" el votante completaba y no debía hacerse más marcas en la papeleta.
Después de marcar el "casillero del partido", si el votante continuaba haciendo marcas a favor de candidatos de otros partidos políticos, entonces había emitido un "voto doble" que, en la opinión del PNP hace que esa papeleta técnicamente sea inválida. El PPD argumenta que las marcas adicionales representan "la verdadera intención del votante" y deben contar a favor de los candidatos que reciben las marcas adicionales.
Se asume que la mayoría de los "votos mixtos" fueron emitidos por los votantes que favorecen al Partido Independentista Puertorriqueño quienes, al marcar el "casillero del partido", votaron por el candidato del PIP Rubén Berríos para Gobernador y luego seleccionaron otros candidatos para el mismo puesto, presuntamente el candidato del PPD Aníbal Acevedo Vilá. Si se permitiera contar esos "votos mixtos", surgiría automáticamente un conflicto entre los candidatos del PIP y del PPD. Si se determina que no son papeletas válidas, podría ser una ventaja para el candidato del PNP, Pedro Rosselló.
Nadie sabe a ciencia cierta cuántos "votos mixtos" hay hasta que se lleve a cabo un recuento de "voto por voto" y no hay manera de saber cómo fueron designadas por los contadores a nivel de los colegios. Los "votos mixtos" se consideran de enorme importancia para los tres candidatos. El PIP espera con ellas aumentar la cantidad de votos recibidos a fin de sobrepasar el 3% del total de los votos que necesita para mantener su clasificación como partido oficial. El PPD espera que esos votos aumenten el margen de victoria de Acevedo Vilá sobre Rosselló más allá del 0.5%, y el PNP quiere ver aumentar los votos a favor de Rosselló y reducir el total de los del candidato del PPD para poder así ganar la elección y llegar a La Fortaleza.
Algunos activistas del PIP han sometido demandas a nivel local exigiendo que los "votos mixtos" sean contados, diciendo que ellos llenaron sus papeletas de esa manera convencidos de que se registraría el voto a favor del candidato del PPD. Los abogados del PNP argumentan que eso es técnicamente ilegal ya que un "voto mixto" constituye un voto doble y que atribuirlo a cualquiera es injusto para ambos. La posición del PPD es que se apoyan en los precedentes del pasado cuando se han contado los votos a favor del candidato que recibe las marcas adicionales.
Ayer, la demanda presentada por Rosselló y el PNP fue atendida por el juez federal Daniel Domínguez que pidió a la defensa que presente evidencia de por qué deben ser adjudicarse sus demandas por un tribunal federal en vez de uno de jurisdicción local. Esa solicitud parece indicar que el caso permanecerá unos días más, o semanas, ante el Juez Domínguez. Todavía queda sin resolverse si los "votos mixtos" deben contarse, a discreción de la Comisión Estatal de Elecciones, como un voto a favor de los candidatos de un partido o como votos a favor de las marcas adicionales en las papeletas o si deben ser declaradas papeletas inválidas. Uno de los cálculos de la prensa sugiere que el posible total de "votos mixtos" podría alcanzar 28,000 de ellos.
¿Cómo piensa usted que deben considerarse las papeletas de "votos mixtos"?
Por favor, emita su voto arriba.
