Cuando el ex-Gobernador Pedro Rosselló regresó a Puerto Rico a un recibiento público de héroe en marzo del 2003, el Partido Popular Democrático (PPD) sabía que tendría problemas. Más allá de las primarias del Partido Nuevo Progresista (PNP) que asumieron que Rosselló ganaría fácilmente contra su rival, Carlos Pesquera, los estrategas del PPD decidieron que la mejor manera de vencer al popular ex-Gobernador era ensuciando su imagen.
¡Enfangada!
El ataque con fango comenzó antes de que Rosselló anunciara formalmente su intención de ir en busca de la gobernación. La Gobernadora del PPD, Sila Calderón, dedicó parte de su discurso oficial del "estado del Estado Libre Asociado" en febrero del 2003 a comentar sobre la posibilidad de que Rosselló regresara, diciendo que confía en que el electorado puertorriqueño es "lo suficientemente sabio como para rechazar al gobierno más corrupto que ha tenido la isla". En ese entonces todo el mundo pensaba que la propia Calderón sería la rival de Rosselló en el 2004.
¡Enfangada!
Antes de que Rosselló pudiera desempaquetar, el PPD lanzó una campaña publicitaria con el lema "Aquí está prohibido olvidar". El esfuerzo fue asociar al ex - Gobernador con los funcionarios del PNP que ya han sido condenados por soborno e influencias indebidas. Las protestas de Rosselló, que él no estuvo nunca al tanto de tales actividades ilegales alrededor suyo, fueron ridiculizadas por los voceros del PPD.
El dramático anuncio de Calderón, en mayo del 2003, que no se postularía para la re-elección, puso frenéticos a todos en el PPD para seleccionar a alguien que la reemplazara en el 2004. Las encuestas públicas indicaban que ella perdería frente a Rosselló de haberse celebrado las elecciones en ese entonces. Rechazando a su compañero de fórmula en el 2000, el Comisionado Residente Aníbal Acevedo Vilá, como su sucesor, le confirió su apoyo a José Alfredo Hernández Mayoral, hijo de un ex — Gobernador del PPD. Cuando él se retiró de la contienda, Calderón sonrió al Senador Roberto Prats, pero el liderazgo del PPD rechazó su sugerencia y seleccionaron a Aníbal Acevedo Vilá para postularse contra Rosselló en la contienda por la gobernación.
Las rondas de música alrededor de las sillas por parte del PPD no evitaron que se continuara la campaña del partido en contra a la reputación de Rosselló. Desde el comienzo, la intención fue el desarrollo de una campaña de repudio contra la integridad personal de Pedro Rosselló. El PPD lanzó a la publicidad una cuña de televisión en la que se muestra a Rosselló en compañía de los funcionarios de su Gabinete que fueron condenados. De una variedad de formas, la sugerencia es y continúa siendo, que el ex — Gobernador durante dos términos fue cómplice de los actos corruptos de algunos de sus subordinados.
¡Enfangada!
Recientes convicciones en contra de dos asistentes del PNP de Rosselló han provisto a los voceros del PPD con nuevas oportunidades para lanzar más fango hacia su rival. La última maniobra fue la publicación de una imagen de Rosselló como el As de espadas, haciendo alusión a las cartas de juego de la Coalición en Irak, mostrando a 52 criminales del Partido Baath, con Saddam Hussein como el As de espadas, el principal culpable de la nación.
Los substitutos del PPD han puesto en tela de juicio la eligibilidad de Rosselló para postularse a la gobernación en vista de su ausencia de la isla durante varios años, la legitimidad de su pensión anual de $52,000.00 debido a una alegada ausencia de varios meses hace muchos años atrás y la honestidad de sus planillas de rentas internas local cuando estaba como maestro en Washington.
La idea ha sido mantener constantemente al ex-Gobernador a la defensiva, subsanar sus temas de campaña y crear sospecha en su credibilidad entre los votantes puertorriqueños.
A pesar de todo esto, una encuesta a mediados de mayo que llevó a cabo El Nuevo Día, mostró a Rosselló con siete puntos de delantera sobre Acevedo Vilá y las eleeciones serán apenas dentro de unos cinco meses. Ahora queda la pregunta si la campaña sucia del PPD ha sido contraproductiva o no.
El PNP ha llevado a cabo una campaña un tanto más positiva, presentando un mensaje claro de lucha contra el crimen, mejoras a los sistemas de cuidado de salud y educación y formas para fomentar la estancada economía local. Pero el PNP tampoco ha perdido oportunidad de hacer notar las ineficiencias del gobierno de Calderón y desacreditar a Acevedo Vilá por su récord de congresista ausente. El PNP también cuenta con cubos de fango listos para lanzar sobre las almidonadas camisas blancas de sus rivales del PPD.
Mientras, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) observa la pelea de fango con satisfacción, esperando ganar votos entre un electorado cansado por el tono negativo de la campaña hasta la fecha.
Esta semana los lectores del Herald tendrán la oportunidad de decidir si están siendo efectivas las tácticas sucias del PPD buscando enfangar fatalmente la candidatura de Pedro Rosselló.
