Tras dos semanas de parlotear ruidosamente sobre los autos de procesamiento federales de antiguos responsables del Partido Nuevo Progresista, por actuaciones corruptas durante la anterior administración Rosselló, el Partido Popular Democrático se ha visto golpeado por acusaciones por sus propios negocios raros.
Richard Machado, empresario y doctor, contribuyente desde hace largo tiempo del PPD y del Partido Democrático nacional, dijo que él personalmente había entregado un cheque de $20,000 al Presidente del PPD, Aníbal Acevedo Vilá, en el año 1999. El comisionado residente reconoció que el dinero fue depositado en un comité de acción política, los amigos de Aníbal Acevedo Vilá, pero dijo que el donativo no era ilegal, ya que fue destinado a cabildear en Washington D.C. contra el anteproyecto Young, no para su candidatura al Congreso, que todavía no había sido anunciada oficialmente. Los donativos a los candidatos por parte de particulares están restringidos a un máximo de $1,000.
Las reglas en torno al incidente no están nada claras -- ya que los Comités de Acción Política parecen seguir siendo un modo conveniente de esquivar varias normativas sobre financiación. Pero las quejas sobre la cuestión han sido presentadas ante los Departamentos locales de Justicia y del Tesoro, la Oficina de Ética del Gobierno y la Oficina del Interventor. Esperemos que se tomen medidas al respecto y que la red de normativas y posibles violaciones queden más claras conforme avance la investigación.
De momento, la controversia generada por el informe ya ha mostrado el peligro que supone para un político el exceso de confianza en lo negativo. Cuando las cosas toman un giro, ese político será atacado a su vez.
La verdad es que la maquinaria de elaboración de ideas de Acevedo Vilá sonaba un poco hueca antes de que los autos de procesamiento Supertubo salieran a la luz durante Semana Santa contra el antiguo Secretario General del PNP, Marcos Morell, y el antiguo director de campaña de Rosselló, René Vázquez Botet.
Durante casi toda la primavera, la campaña de Acevedo Vilá se reinventaba a si misma casi cada semana, tratando de ganar impulso. No hay nada que pueda resumir mejor sus deficiencias que la decisión de poner a la estrategia de desarrollo de alta tecnología del PPD el nombre del ahora anticuado personaje del futuro de los años 70, R2D2, famoso por la Guerra de las Galaxias.
Los autos de procesamiento Supertubo fueron una gran campanada para la campaña del PPD, y el partido subrayó lo sucedido con un gran empuje publicitario contra el PNP. Mientras los responsables de la campaña de Rosselló se olían que las medidas eran una señal de que Acevedo Vilá estaba luchando por reunir dinero, estaba claro que los autos de procesamiento, aunque se esperaban, habían hecho más daño del previsto.
El PPD dio a conocer un "calendario de corrupción," que destacaba fotos de la prensa local e informes sobre los diversos casos de corrupción implicando a antiguos responsables de la administración Rosselló y del PNP. También sacó una baraja de cartas, una réplica de la creación de los Estados Unidos de una baraja con las autoridades iraquíes más buscadas. Rosselló, claro, era el as de espadas.
Pero, por lo menos, el donativo de Machado ha neutralizado el constante flujo de informaciones sobre la pasada corrupción en el PNP. E implica directamente a Acevedo Vilá en el incidente. Lo cual juega a favor de la estrategia del PNP de pintar la corrupción como un mal de todos los partidos.
Se debe señalar que Machado, ha salido en apoyo de la candidatura de Rosselló y ha discrepado con Acevedo Vilá y la gobernadora desde que se presentó sin éxito en las primarias el PPD contra Eduardo Bhatia para alcalde de San Juan. Pero como influyente contribuidor al PPD durante años, sus comentarios sobre la recaudación de fondos para la campaña tienen peso.
El enfoque de esta campaña en lo negativo significará que el votante puertorriqueño se verá privado de una campaña de ideas. También hará que le sea más difícil, a quienquiera que gane, gobernar mientras ocupe el cargo. Pero está claro que la carrera del 2004 por La Fortaleza continuará centrándose en el ataque y los oponentes seguirán señalando las manchas en los expedientes de sus oponentes.
Ambos candidatos han sacado al aire una multitud de propuestas sobre cómo gobernarían Puerto Rico, y se les debería alabar por ello. Pero el centrarse en las ideas ha quedado apagado por el casi constante remolino de acusaciones y contra-acusaciones lanzadas por los dos principales partidos políticos, uno contra el otro, así como las quejas contra los dos lanzadas por el Partido Independentista Puertorriqueño y una nueva cosecha de grupos cívicos y aspirantes a partidos políticos.
Culpan a la prensa del sumergimiento de sus ideas. Culpan a sus oponentes y al actual estado de la sociedad. Pero no dejan caer la culpa donde más procede, sobre sus propios hombros.
El bajo nivel del debate político tiene en parte su origen en los evidentes fallos de ambos partidos políticos. Un buen político sencillamente no dejaría pasar una oportunidad de sacar ventaja de los autos de procesamiento Supertubo, por ejemplo, o del donativo de Machado.
El hecho de que se permitiera que ambos ocurrieran debería instar a ambos partidos políticos a hacer examen de conciencia. Rosselló debe explicar los errores administrativos que permitieron tanta corrupción, y Acevedo Vilá debe abordar los errores y las esperanzas rotas de la actual administración Calderón.
John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |