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Ronda #1 para los lectores del Herald: ¿Bush o Kerry? En la contienda por la nominación de un candidato del Partido Demócrata para hacer frente al actual Presidente George W. Bush en noviembre, las impresionantes victorias de John Kerry en nueve de los 10 estados del "Super Tuesday", dejaron al Senador de Massachusetts de 60 años como el único candidato viable para la tarea. Ha logrado acumular ya más de la mitad de los 2,162 votos de delegados que necesita para ganar la nominación de su partido en la convención nacional que se celebrará en Boston el próximo mes de julio. El Senador de Carolina del Norte, John Edwards, retiró su candidatura el miércoles después de descorazonantes resultados en las primarias, especialmente en Georgia, un estado en su territorio natal, donde Kerry lo derrotó por un 2%. Esa derrota puso fin a toda esperanza de poder ubicarse en la delantera en las primarias del martes que viene en el sur del país. Edwards no ganó ninguna de las primarias del martes pasado. Kerry sólo perdió en Vermont donde los votantes confirieron a Howard Dean una victoria sentimental, a pesar de que su ex - Gobernador ya se había retirado de las primarias. Al día siguiente el Partido Republicano lanzó una campaña multimillonaria por televisión en un esfuerzo por recobrar algo del ímpetu perdido durante la acalorada contienda de las primarias demócratas que se ha estado desenvolviendo en los últimos meses. Los que apoyan al Presidente temen que está perdiendo en las encuestas en todas las categorías y muestran que, de celebrarse hoy las elecciones, Bush perdería frente a Kerry. Las cuñas publicitarias de los republicanos muestran a Bush como un líder decidido en momentos de crisis. Otra muestra imágenes de las ruinas creadas por el ataque terrorista en las Torres Gemelas. Otra cuña se ha producido en español mostrando al Presidente diciendo algunas palabras en ese idioma. A pesar de que ninguno de los candidatos han anunciado todavía sus compañeros de fórmula, la propaganda por correo enviada por el Partido Republicano hace referencia a la combinación "Bush-Cheney", poniendo así fin a algunas especulaciones que el Vice - Presidente sería reemplazado. Por su parte los demócratas están manteniendo sus opciones abiertas. El Senador Kerry parece no estar listo todavía a tomar una decisión al respecto. Ha designado a un ex-asesor de Walter Mondale, James Johnson, para que le presente recomendaciones. Kerry puede que quiera un compañero para la Vicepresidencia que le ayude en regiones o estados específicos tales como: el Senador Bob Graham en Florida, el Representante Dick Gephardt en Missouri y la región oeste central, o John Edwards en el sur. No está fuera de posibilidad entre los demócratas la posible nominación de un hispano para el segundo puesto de la nación, tal como el Gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, que sirvió varios términos como Congresista en Washington, ha sido Embajador ante las Naciones Unidas y Secretario de Energía en el gobierno de Clinton. También se rumora entre círculos informales que, de ser necesario, existe la posibilidad de convencer a la Senadora de Nueva York Hillary Clinton a que acepte la nominación como Vice Presidente. Ambos partidos están activamente buscando el voto hispano, especialmente en estados como California, Tejas, Florida, Illinois, Nueva York, Nueva Jersey y Conneticut, todos con numerosos votos electorales y en los cuales el voto latino puede ser el factor decisivo para la victoria. El Comité Nacional Demócrata, preocupados ante la posibilidad de que en las últimas elecciones han estado perdiendo el apoyo de los hispanos para sus candidatos, ha creado un sitio en Internet para responder a las preguntas de política de interés para los hispanos y se está preparando una campaña de televisión que costará $5 millones con el fin de poner énfasis en la importancia del voto hispano para poder derrotar al Presidente Bush y elegir candidatos demócratas en los estados y posiciones nacionales. Los republicanos, convencidos de que para lograr la victoria necesitan un numeroso apoyo entre los latinos, también han producido cuñas de radio y televisión para penetrar los medios de comunicación en áreas de alta población latina. Tanto el Presidente como su hermano Jeb Bush, ahora Gobernador de Florida, hablan el español y la esposa del Gobernador es de descendencia hispana. El Presidente del Caucus Demócrata, el Congresista de Nueva Jersey, Robert Menedez, recientemente comentó a la prensa que "la estrategia republicana no es ganar una mayoría del voto hispano, sino lograr un porcentaje lo suficientemente alto en estados claves, ese es el desafío". Los puertorriqueños residentes en Estados Unidos, debido a su numerosa concentración en Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Florida, se encuentran en posición para ejercer un significativo impacto en las elecciones, si votan en bloques numerosos. Excepto por la participación de sus delegaciones en las convenciones de ambos partidos, los puertorriqueños en la isla tendrán que limitarse a observar cómo se desenvuelve la elección presidencial. Los residentes de la isla no puede votar por el Presidente y no tienen representantes con voto en el Congreso. Los observadores predicen que los ocho meses que faltan desde ahora hasta las elecciones están propensos a producir la campaña más negativa en la historia moderna. Existe todavía resentimiento entre los demócratas por la reñida y controvertida victoria de Bush sobre Al Gore en el 2000 y profunda falta de satisfacción con la manera en que el gobierno de Bush a lidiado con la política doméstica y exterior durante sus más de tres años en el poder. La intensidad y volatilidad de las primarias demócratas, y la participación de votantes más numerosa de lo normal en el proceso, son indicios de la pasión que corre entre los demócratas para derrotar al actual Presidente en noviembre. Se rumora que el personal de la campaña de Bush ha preparado un expediente del récord de votación de Kerry en sus cuatro períodos en el Senado con el propósito de sacar a la luz pública que es el miembro más "liberal" en ese cónclave, una clasificación que los candidatos demócratas siempre tratan de evitar en las campañas nacionales. El Vice Presidente Cheney ya ha comenzado a lanzar sus ataques contra el Senador, acusándolo de ser un frecuente contrincante en los procesos presupuestarios de defensa e inteligencia. Ambos partidos concuerdan en el enfoque del debate nacional. La elección será un referendum sobre la manera en que el Presidente Bush ha lidiado con los asuntos de la nación durante un período particularmente difícil y peligroso, la forma en que ha dirijido la economía y sus políticas que afectan el bienestar y salud del pueblo estadounidense. Quienes lo apoyan le confieren altas calificaciones y están convencidos de que los votantes reinvidicarán esas convicciones en noviembre. John Kerry no está de acuerdo. Ha designado la política exterior del gobierno de Bush como "la más inepta, desaforada, arrogante e ideológica... en la historia moderna de nuestro país". Más aún, ha apuntalado al Presidente como un amigo inquebrantable de los ricos y poderosos en detrimento del trabajador estadounidense. La mantra del candidato es que luchará por "entregar nuevamente a los Estados Unidos su futuro y esperanza". Esta semana el Herald ofrece a sus lectores la oportunidad de emitir un voto temprano sobre el candidato de su preferencia para convertirse en el próximo Presidente de los Estados Unidos a partir de enero del 2005. ¿Por quién votaría usted? ¡Por favor, vote arriba!
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