REPORTE DE PUERTO RICO

La gran historia del 2004

por John Marino

9 de enero de 2004
Copyright © 2004 THE PUERTO RICO HERALD. Todos los derechos reservados.

. La gran historia de este nuevo año en Puerto Rico no se contará hasta las elecciones de noviembre.

¿Logrará Pedro Rosselló, con sus promesas de reforma del gobierno, grandes proyectos de infraestructura y renovada actuación en el frente del status, devolver el poder al Partido Nuevo Progresista? ¿O logrará Aníbal Acevedo Vilá, un sabio superviviente político subestimado por sus oponentes, superar el desbarajuste político del año y retener el poder para su Partido Popular Democrático?

No esperen ninguna predicción de este comentarista, que ha aprendido durante la década en que ha cubierto la política de Puerto Rico que cualquier cosa es posible y que ambos candidatos de los principales partidos tienen la misma oportunidad de llegar a La Fortaleza.

Como siempre, una parte interesante de la ecuación será el impacto que el Partido Independentista Puertorriqueño tenga en las elecciones. Su perenne candidato, Rubén Berríos, no tiene ninguna posibilidad de ganar. Pero el modo en que polemice con sus dos oponentes podría tener un gran impacto sobre la competición.

Parte de la razón por la cual la Gobernadora Calderón asumió el poder en el 2001 fue su éxito en cortejar los votos de los independentistas con una postura firme sobre Vieques y una retórica nacionalista en el frente del status.

Esta vez, no obstante, la inoperancia de la administración Calderón en cuanto al status, unido al fracaso en lograr alguna nueva concesión sobre Vieques, podría despertar airadas críticas del PIP, lo cual actuaría en favor del PNP.

Rosselló ha tenido éxito en unir el movimiento de la estadidad tras su candidatura después de su contundente derrota de Carlos Pesquera en la primaria gubernatorial de noviembre.

También posee un historial de logros durante sus dos mandatos, que le ayudará a obtener votos. Supervisó sensacionales mejoras en las carreteras, puso los cimientos de los masivos proyectos del Tren Urbano y el Superacueducto, y acometió considerables reformas en el gobierno, privatizando agencias del gobierno que competían abiertamente en el sector privado y eliminó gravosas leyes sobre comercio y trabajo.

Esa agitada actividad puede incluso parecerle mejor a muchos votantes que, según los sondeos de opinión, creen en general que el desempeño de Calderón en el cargo ha sido poco brillante.

El hecho de que la administración Calderón todavía tiene que completar importantes proyectos iniciados bajo Rosselló, tales como el Tren Urbano y el Coliseo de Puerto Rico, también trabajará en su favor.

Los plazos han llegado y han pasado, pero en lugar de supervisar los proyectos inaugurales, el ELA ha estado principalmente luchando con los contratistas sobre las especificaciones de trabajo. Los plazos sobre ambos proyectos han vencido hace mucho y han sido trazados de nuevo, pero la construcción sigue.

Aún así, el mayor legado de Rosselló probablemente sea la Reforma Sanitaria, una medida audaz que en gran parte separó al gobierno de la tarea de proporcionar asistencia sanitaria y permitió mayormente que los indigentes en cuanto a asistencia médica recibieran asistencia privada gratuita.

A pesar de las críticas de que el plan era demasiado costoso, es tremendamente popular y Rosselló está prometiendo ir un paso más allá y establecer la asistencia sanitaria universal en Puerto Rico, si resulta elegido.

Una economía deslucida y la creciente tasa de criminalidad bajo Calderón también ayudarán a que Rosselló sea elegido para un tercer mandato.

Dicho esto, el Comisionado Residente Acevedo Vilá, aunque criticado por no pasar suficiente tiempo en Washington, tiene su propio record de logros en el cargo.

Durante su período de supervisión, el gobierno federal dio un histórico empujón a los fondos para educación en Puerto Rico, y logró unos favorables términos para el cierre de la Estación Naval de Roosevelt Roads, a pesar de las fuertes presiones de la Marina y de sus partidarios para que Puerto Rico quedara fuera del plan de nuevo desarrollo.

Acevedo Vilá, parte integral de la administración Calderón, también se ha separado hábilmente de ella y se presenta a si mismo ante el público como un hombre con ideas propias.

Sin lugar a dudas, donde esto quedó más claro fue en su firme postura contra el nombramiento del Secretario de Estado Ferdinand Mercado como Presidente del Tribunal Supremo.

Esta semana él dijo que Calderón no hacía lo suficiente para luchar contra el crimen, que la sucesión de tres superintendentes de policía creaba inestabilidad en el departamento y que esto perjudicaba su capacidad para poner coto a la creciente oleada de crímenes violentos.

El Comisionado Residente también se ha distanciado de Calderón de formas más sutiles, hablando sobre la regionalización de los servicios del gobierno y el incremento de los poderes municipales como dos prioridades. Estas son áreas que la gobernadora ha procurado evitar.

Por supuesto, el as que Acevedo Vilá guarda en su manga es la cuestión de la corrupción que utilizará con placer durante la campaña.

Ciertamente resultará eficaz hasta cierto punto, especialmente si las investigaciones federales en marcha sobre el proyecto del Superacueducto dan como fruto la condena de anteriores funcionarios o asociados de la administración Rosselló.

Pero evidentemente, Acevedo Vilá tendrá que hacer mucho más que sacar a relucir la cuestión de la corrupción si quiere derrotar a Rosselló, que sigue siendo el único gobernador que obtuvo 1 millón de votos en unas elecciones.

El último año de Calderón

La Gobernadora Calderón podría hacer mucho en su último año de mandato, tanto para ayudar a Acevedo Vilá a ser elegido como para ayudar a restaurar el pobre concepto que el público tiene de su administración.

En una reciente entrevista con los reporteros, dijo que miraba hacia su futuro último año en el cargo. Dijo que ya que no buscaba la reelección, era libre de tomar decisiones duras y gobernar para el bien del pueblo en lugar de para la aprobación del publico.

Pero esto ha sido cierto durante la mayor parte del año y la gobernadora se ha mantenida extrañamente comedida es sus propuestas, dando la impresión de que está más interesada en llegar al final de su mandato que en dejar tras ella un legado perdurable.

No obstante, el fracaso del contrato de gestión con Ondeo, con base en Francia, para gestionar el Organismo Público de Acueductos y Alcantarillado, ha obligado a la gobernadora a tomar una arriesgada medida–retomar el control del problemático servicio público.

Sobre el papel, el plan para "regionalizar" el servicio público del agua suena bien, pero muchos isleños temen que el gobierno esté una vez más al cargo de este servicio vital.

La transición de vuelta al sector privado será dura. Y el próximo año, habrá otra transición cuando Calderón deje el cargo.

Su manejo de la cuestión hasta entonces tendrá probablemente un gran impacto sobre la definición de su administración ante la opinión publica.

Esa es una de las razones por las cuales Acevedo Vilá podría estar tan nervioso como muchos isleños preguntándose si su gobierno está realmente a la altura de la tarea.


John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net

Legislación sobre la autodeterminación | Página inicial del Puerto Rico Herald
Quiosco de periódicos | Puerto Rico | Gobierno de los EE.UU. | Archivo
Búsqueda | Lista de direcciones de correo | ¡Contáctenos! | Opinión