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En 1902, Jose Gómez Brioso y Robert H. Todd viajaron del recién anexado territorio de Puerto Rico para participar en la convención nacional del Partido Republicano en Chicago. Diez años más tarde, 12 delegados y 9 alternos de Puerto Rico estaban sentados en la convención nacional del Partido Demócrata que se llevó a cabo en Baltimore. Esas primeras incursiones en la política de los Estados Unidos han continuado de varias formas durante el pasado siglo de ambiguo status político en la isla. En el 2000, el entonces Gobernador de Tejas, George W. Bush, ganó 94% en una elección de primarias en Puerto Rico, acumulando así los 14 delegados de la isla que concurrieron a la convención Republicana nacional en Filadelfia, el cónclave que subsiguientemente lo nominó como el candidato presidencial del partido. Por parte de los Demócratas, el 2 de abril del 2000, un caucus evaluó la candidatura del entonces Vice- presidente Al Gore y el ex Senador de Nueva Jersey, Bill Bradley. Al final del proceso, un 88% de los presentes favorecieron a Gore, comprometiendo así a toda la delegación a su esfuerzo para asegurarle la nominacion presidencial en la convención del partido Demócrata ese año en Los Angeles. La abarcadora motivación de los políticos de la isla por matricularse en la política partidista de los Estados Unidos ha sido y sigue siendo hoy poder promover sus distintas visiones del status político para Puerto Rico. Evidencia de esto es la inquebrantable identificación que mantienen los dos principales partidos políticos en la isla con sus contrapartes en Estados Unidos, a pesar de que a menudo se han visto decepcionados por la falta de interés en asuntos territoriales por parte tanto de los Demócratas como los Republicanos a nivel nacional. Una vez en ocupando sus posiciones, los funcionarios puertorriqueños que entran al carrusel de Washington se cuidan de no permitir que sus preferencias partidistas dominen sus interacciones con los políticos en los Estados Unidos. Los puertorriqueños no llevan votos a la mesa, ya que Puerto Rico no cuenta con una delegación en el Congreso y sus residentes no pueden votar por el Presidente. Las primarias de los partidos y las recaudaciones de fondos son los únicos haberes que los puertorriqueños pueden aportar para contribuir al avance de los objetivos partidistas nacionales. Su papel ha sido, tradicionalmente, uno de diplomacia más que de política. Fue la afinidad de Luis Muñoz Marín con la familia Kennedy lo que llevó a la generosidad del gobierno federal durante los días de "Operación Bootstrap" y ha sido la amistad del liderazgo del PNP con los presidentes Republicanos lo que ha motivado sus declaraciones públicas a favor de la estadidad para Puerto Rico. La actual Gobernadora Sila Calderón es una excepción a la regla de afiliación partidista de los líderes políticos puertorriqueños, a pesar de que virtualmente todos los miembros de su gobierno son Demócratas. En sus frecuentes viajes a Estados Unidos para promover los objetivos de su gobierno y estancar cualquier medida en busca de un proceso de auto-determinación que no favorezca el status quo, se las ha agenciado para antagonizar a ambos partidos por razones diferentes. Los miembros Demócratas de la Cámara de Representantes boicotearon sus festividades del programa de registro de votantes en Nueva York alegando que ella estaba buscando la afiliación de los Republicanos, mientras que el liderazgo conservador Republicano en el Senado y en la Casa Blanca humeó ante su retórica sobre Viequez. Su predecesor, el promotor de la estadidad del PNP Pedro Rosselló, un demócrata en Estados Unidos, se mostró mucho más abierto en cuanto a su identificación con el partido Demócrata nacional. Se convirtió en un prominente miembro de la Conferencia Nacional de Gobernadores y un activo promotor en las campañas electorales de compañeros demócratas. Sin embargo, en una oportunidad, su pasión por la estadidad superó su lealtad partidista cuando dio su apoyo a los esfuerzos de re-elección del Senador Republicano Al DAmato, un asiduo defensor del proceso de auto-determinación para Puerto Rico, cuando se enfrentó al contrincante Demócrata, Chuck Schumer, que resultó victorioso en la contienda. Los analistas dicen que en los círculos demócratas de Nueva York todavía existe un profundo resentimiento contra Rosselló por esa violación de solidaridad al partido. A pesar de que hay excepciones, los miembros del PPD tienden a afiliarse con los Demócratas en los Estados Unidos y los afiliados al PNP por lo general favorecen al Partido Republicano nacional. El Partido Popular Democrático (PPD) en la actualidad está enamorado de la idea de un "Estado Libre Asociado mejorado" y considera al Partido Demócrata como un espíritu aliado, mientras que el Partido Nuevo Progresista (PNP) está hechizado con los Republicanos nacionales que ven como la clave de su agenda pro-estadidad. Estos sentimientos prevalecen a pesar de que durante el proceso del proyecto de ley Young en la década de los años 90, en que se apoyó fuertemente a la estadidad, fueron los Demócratas quienes lo llevaron a una victoria por un voto en la Cámara de Representantes y los Republicanos quienes lo obstaculizaron en el Senado. Irónicamente, fue el Comisionado Residente Demócrata, Carlos Romero Barceló, y un Gobernador Demócrata, Pedro Rosselló, los que se convirtieron en los principales voceros de Puerto Rico en Washington a favor de un proceso legislativo que estaba siendo organizado por un Congreso Republicano. Esto no quiere decir que la afiliación partidista no sea importante para el Comisionado Residente de Puerto Rico cuando asuma la posición en el nuevo Congreso, especialmente si él o ella es miembro del partido que cuente con la mayoría en la Cámara de Representantes. El pertenecer al partido mayoritario confiere al Comisionado Residente una mejor oportunidad de avanzar iniciativas a través de los proceso de los comités y organizar al liderazgo en apoyo a su aprobación. También, en el caso de los actuales balances de poder tan estrechos en ambas cámaras, cada voto adquiere gran valor, lo que confiere al próximo Comisionado Residente una posición muy favorable. En las primarias del Partido Nuevo Progresista del 2004 para Comisionado Residente que se celebrarán el domingo, cada uno de los cuatro contrincantes está promoviendo su afiliacion partidista en Estados Unidos con argumentos sobre lo importante que será esa identidad para avanzar la causa de la estadidad. Dos de ellos son Demócratas y dos son Republicanos. La tarea de los lectores del Herald esta semana es registrar su opinión sobre el grado en que las afiliaciones con los partidos nacionales serán un factor en la determinación de los votantes en cuanto a qué candidato conferirán sus preferencias. ¿Cuán importante es la afiliación política en los Estados Unidos para un puertorriqueño postulándose para el puesto de Gobernador o Comisionado Residente? Favor de votar más arriba.
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