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No hay asiento en la mesa internacional para la Gobernadora Calderón
A comienzos de este mes el Secretario de Estado Colin Powell reprimió nuevamente a la Gobernadora Sila Calderón mediante un "mensaje de acción" a los embajadores de los Estados Unidos instruyéndoles que adviertan a los gobiernos que no le confieran a ella, ni a sus representantes, clasificación como Jefe de Estado. Esta no es la primera vez que el gobierno de Calderón ha sido reprimido por Washington a raíz de sus incursiones en asuntos internacionales que son la prerrogativa de la política exterior del gobierno de los Estados Unidos. El pasado mes de noviembre, la Gobernadora recibió una paliza por parte del Departamento de Estado cuando trató de sentarse en la mesa como igual con los Jefes de Estado de los países latinoamericanos durante la duodécima Cumbre de Gobiernos y Jefes de Estados Iberoamericanos que se llevó a cabo en la República Dominicana.
Esa gestión fue motivo de análisis en una de las encuestas de los Temas Candentes en que el Herald preguntó a sus lectores si estaban de acuerdo con las artimañas de la Gobernadora y sus andanzas en el campo internacional presentándose como representante y jefa ejecutiva de un estado soberano (Puerto Rico Herald Volumen 6 #47). Por un margen de casi 3 a 1, tanto en la isla como en los Estados Unidos, los participantes opinaron que ella debe de quedarse en la isla y dejar que los diplomáticos de "Foggy Bottom" en Washington, sean los que entablen negociaciones y firmen tratados a nombre de los Estados Unidos.
En esos momentos los funcionarios del Departamento de Estado estaban furiosos porque Calderón había secretamente tratado de cabildear a los funcionarios dominicanos para que le dieran encuentro en el aeropuerto con el debido protocolo para un Jefe de Estado y que la sentaran en la mesa principal como delegada representando la ‘nación’ de Puerto Rico. Al escuchar de sus planes, justo antes de que la Gobernadora saliera de San Juan, el Departamento de Estado le dejó bien claro al gobierno dominicano que vería con sumo desagrado si al líder político de un territorio de los Estados Unidos se le confiriera el mismo trato y cortesía que al Presidente de los Estados Unidos, si visitara el país.
Los dominicanos ‘recibieron el mensaje’, y la Sra. Calderón llegó a Santo Domingo como una ‘invitada de honor, no una delegada, y pasó gran parte del fin de semana furiosa encerrada en la habitación de su hotel. Después de su regreso a la isla, el vocero del Departamento de Estado, Robert Zimmerman, le dijo al Herald que el gobierno de los Estados Unidos le puso muy en claro a los funcionarios de La Fortaleza que se repudiaría cualquiera intento por parte de la Gobernadora Calderón de hablar a nombre de los Estados Unidos o asumir cualquier posición que infiriera que Puerto Rico es una entidad soberana. Entre las fotos que Sila Calerón NO sacará de la pared cuando se vaya de la oficina del Gobernador en el 2004 es una de ella en compañía de los Presidentes de América Latina.
A pesar de que la Gobernadora Calderón no ha tenido suerte convenciendo a los funcionarios de los Estados Unidos que ella debe recibir trato como jefe de estado, hay que darle crédito por su persistencia. En el pasado, ha buscado integrar a Puerto Rico en calidad de miembro a la Asociación de los Estados del Caribe, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de Alimentos y Agricultura. En sus intentos por mantenerse al tanto de las andanzas globales de la Gobernadora, el Departamento de Estado ha tenido también que recordar a los gobiernos de Panamá, Chile, y recientemente Bolivia, que el representante oficial del gobierno de los Estados Unidos en esos países es el Embajador de los Estados Unidos y no la Gobernadora de ninguno de sus territorios.
Después de su fracaso en la República Dominicana el pasado mes de noviembre, el gobierno de Calderón ha estado secretamente pidiendo a Nicaragua, y a otras naciones, que la apoyen en sus esfuerzos por lograr plena membresía en la decimotercera convocatoria de la Cumbre Iberoamericana que está programada para el próximo noviembre en Bolivia. El reciente mensaje de advertencia del Secretario de Estado Powell a los embajadores fue un intento por elevar el nivel de las apuestas en el juego de poker que Calderón ha estado jugando con los funcionarios federales sobre la participación de Puerto Rico en los encuentros políticos internacionales.
Consciente de que las comunicaciones del Departamento de Estado a niveles tan altos son sometidas al escrutinio del Consejo de Seguridad Nacional (o sea, la Casa Blanca), la Gobernadora Calderón trató de sacar el mejor provecho a la situación después que se dio a la publicidad la carta de Powell mediante titulares en los periódicos en la isla. Expresando dudas sobre la existencia de tal carta, ella dijo que la ‘relación de mi gobierno con el gobierno de Bush es buena y mi relación personal con el Presidente George W. Bush es excelente".
Los líderes del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) se quejaron de que la carta era ‘humillante’ para Puerto Rico y otra prueba de su ‘status colonial’. Los políticos de Partido Nuevo Progresista acribillaron a la Gobernadora Calderón y su Secretario de Estado, Ferdinand Mercado, que ha sido el que ha dado la cara en la mayoría de los trámites de las aspiraciones internacionales de la gobernadora, por haber estúpidamente antagonizado al gobierno federal del que Puerto Rico depende para recibir financiamiento que asciende a un total de $14 mil millones anuales.
Después que la existencia de la carta fue confirmada por un comunicado de prensa de Departamento de Estado, la gobernadora mostró su mano perdedora en el juego de poker. Después de justificar su política internacional como parte de su estrategia para el desarrollo económico de la isla, alegó que estaba ‘acatando las normas del Departamento de Estado de los Estados Unidos’. El Secretario Mercado en Puerto Rico incluso añadió en su acatamiento ante Washington: "Nunca hemos pedido participar como una nación independiente en una organización internacional porque no somos una nación soberana", le dijo a Prensa Asociada.
Powell y sus diplomáticos han sometido una ‘circular interna’. ¡Pero el juego continúa!
El Comisionado Residente, Anibal Acevedo Vilá, ahora el único candidato para la gobernación en el 2004 por el Partido Popular Democrático, le dijo a la prensa que el status del Estado Libre Asociado de Puerto Rico permite representarse a sí mismos en conferencias internacionales y sugirió que continuaría por esa vía, si es electo al puesto después de Calderón. Se presume que él llevará ese mensaje a través de su campaña política, insistiendo en que es otro aspecto de la autonomía política al cual Puerto Rico tiene derecho.
El Departamento de Estado, sin duda, ya ha cortado el paquete de cartas para la próxima ronda del juego.
¿Debe Puerto Rico recibir igualdad de status entre los líderes de naciones soberanas en actividades internacionales? |
