REPORTE DE PUERTO RICO

Un acercamiento forzado al status

por John Marino

1 de agosto de 2003
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. Julio es el mes con mayor actividad política en Puerto Rico, por lo que no es una sorpresa que los políticos locales, incluso la Gobernadora Calderón, hayan estado barajando últimamente ideas sobre la espinosa cuestión del status de Puerto Rico.

Aquí, el 4 de Julio es precisamente la primera fiesta que pone en marcha las discusiones políticas, en la cual los partidarios de la estadidad utilizan el Día de la Independencia de EE.UU. como llamamiento a favor de su causa, mientras los partidarios de la independencia a menudo encuentran algo de qué protestar el 4 de julio. Se alcanza un cierto punto álgido el 25 de julio, que sirve como triple aniversario del desembarco de las tropas estadounidenses en 1898, el nacimiento del status del ELA y los dobles asesinatos en Cerro Maravilla.

Si a esto se añaden los cumpleaños del abogado de la estadidad José Celso Barbosa y del autonomista Luis Muñoz Rivera, es fácil ver porqué el status político ocupa frecuentemente la primera plana de las noticias en esta época del año.

Durante las actividades de la semana pasada conmemorando el 51º aniversario de la Constitución del ELA, Calderón, que ha ignorado mayormente la cuestión del status desde que se convirtió en gobernadora en enero del 2001, convocó un referéndum en el cual los votantes aprobarían o rechazarían la creación de una Asamblea de Constituyentes para tratar la cuestión del status. No obstante, aún calificando el status de una "prioridad", Calderón dijo que la medida debía esperar hasta después de las próximas elecciones, cuando ella ya no será gobernadora.

Con la proximidad de un año electoral, existen buenas razones para demorar una nueva iniciativa sobre el status hasta después del año electoral, pero es difícil no ver con cinismo la postura de la gobernadora, dado su historial de evitar habilidosamente la cuestión mientras ha ocupado el cargo.

Ella dejó pasar el tiempo durante sus primeros 18 meses en el poder, esperando hasta el 50º aniversario del ELA el pasado julio antes de cumplir su promesa de la campaña de convocar un comité tripartito con el fin de hallar un consenso en la elección del mecanismo para resolver el status de la isla. Cuando el Presidente del Partido Nuevo Progresista, Carlos Pesquera, optó por boicotear el comité, la gobernadora lo utilizó como excusa para abandonar la cuestión del status en lugar de seguir presionando en sus esfuerzos con los restantes partidos, lo cual hubieran podido obligar a tomar algún tipo de acción para encontrar un mecanismo de resolución del status.

No obstante, el hecho de que Calderón finalmente presentase la semana pasada una idea concreta para resolver el status de la isla, ha resultado efectivo instando a oponentes y aliados políticos a dar la réplica con sus propias ideas.

El antiguo Gobernador Pedro Rosselló, que es el favorito como ganador de la nominación gubernatorial del PNP, contraatacó con su propia propuesta de referéndum. Éste pediría al pueblo que solicitase al Congreso que celebrara un referéndum en el cual se definieran las opciones del status para los puertorriqueños. El antiguo gobernador también pidió que Puerto Rico demandase a los Estados Unidos por "discriminación territorial," abriendo otro frente en la guerra del status al ir a los tribunales federales.

El Comisionado Residente Aníbal Acevedo Vilá, candidato gubernamental del Partido Popular Democrático, calificó la propuesta de Calderón de "totalmente compatible con mi modo de pensar." Pero su compañero de carrera, el Senador Roberto Prats, dijo que sería mejor que el Congreso autorizase una Asamblea de Constituyentes que definiera las opciones de status para Puerto Rico en una futura votación.

El Presidente del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos, defensor desde hace mucho tiempo de la Asamblea de Constituyentes, dijo que el referéndum pidiendo que los votantes aceptasen o rechazasen la idea debería celebrarse en diciembre y, si los votantes lo aprobaban, sus miembros deberían ser elegidos durante la primera parte del 2004, momento en que los partidos presentarán sus propuestas de definición del status ante la institución. Y dando un giro al llamamiento de Rosselló de hacer una solicitud al Congreso, Berríos dijo que los líderes políticos de Puerto Rico deberían pedir al Congreso la devolución de los antiguos terrenos militares en Puerto Rico al control local.

Existe bastante politiqueo en el marco de las discusiones de este mes sobre el status; los candidatos para los diferentes cargos tienen un ojo puesto en noviembre y el otro en la relación de un siglo de duración entre Puerto Rico y los Estados Unidos. Pero parece existir un hecho reconocido entre todos los partidos políticos — incluso entre los partidarios del ELA — y es que el actual arreglo sobre el status necesita mejorarse. Y sería una lástima que ese consenso se viera destruido por maniobras políticas por lograr el poder.

De hecho, muchas de las ideas que se están proponiendo tienen su mérito y las diversas alternativas al status no se anulan necesariamente unas a otras, si no que podrían ser utilizadas para complementarse mutuamente.

Por ejemplo, no existe razón por la cual el llamamiento de Calderón a un referéndum y el llamamiento de Rosselló a un referéndum no puedan efectuarse las dos, si no de manera simultánea, entonces con un breve espacio de tiempo entre una y otra.

De igual modo, una Asamblea de Constituyentes podría empezar sus reuniones al mismo tiempo que se lanza una batalla legal sobre el status. Probablemente ambos sean procesos que duren años, pero ayudarían a mantener viva la cuestión del status en San Juan y en Washington.

El aluvión de ideas sobre el status político que están siendo propuestas en julio por los partidarios de la estadidad, el ELA y la independencia resulta alentador. Pero en lugar de criticar las ideas de cada uno, es necesario que unan sus fuerzas para un enfoque a múltiples bandas de la resolución del dilema del status de la isla.

El acercamiento forzado al status parece ser cada vez más el camino a seguir.


John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net

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