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Justo cuando ya pensábamos que nada podía motivar a los puertorriqueños a unir opiniones, la prestigiosa National Geographic Society lo logra. La edición de marzo del 2003 de su publicación mensual tiene a todos los devotos de Puerto Rico de acuerdo con que hay por lo menos un aspecto del reportaje que comienza en la página 34 con el que no concuerdan. Ahí, entre un artículo sobre dinosaurios que trituraban huesos y un ensayo lírico fotográfico de los glaciares en Alaska, aparece un reportaje bajo el título "Colores reales", con 22 páginas de hermosas fotos y texto repulido, alegando ser un cuadro exacto y justo, basado en hechos de la vida hoy en Puerto Rico. Se ha desatado un reñido debate en torno a si esa asevaración es o no cierta. El reportaje sigue las pautas normales del formato de National Geographic, dedicando más de un 70% del espacio a las fotos tomadas por una fotógrafa a contrato, Amy Toensing. En cinco de los despliegues de fotos, imágenes a color y sus leyendas dominan las páginas centrales que ocupan. El texto de unas 5,000 palabras del periodista Andrew Cockburn, también independiente y contratada para éste reportaje, se encuentra ubicado alrededor de las fotos, informando sobre temas que van desde el status político a la cultura de drogadictos entre un grupo que encontró en el Viejo San Juan. El reportaje lleva el subtítulo: "Lealtades divididas en Puerto Rico". Antes de enviar la revista a los subscriptores puertorriqueños en sus versiones en inglés o en español, incluso antes de llegar a la venta pública, National Geographic lanzó un sitio en Internet promoviendo el artículo. El sitio destacaba un ensayo fotográfico acompañado de música, con la Srta. Toensing como anfitriona, párrafos sacados del reportaje, una encuesta de preferencias de los lectores para expresar un "sí o no" en favor o en contra de la estadidad para Puerto Rico y entrada a un foro de charlas bajo el título de "Forum". Para cuando la mayoría de los lectores obtuvieron acceso a la revista, ya se encontraba en pleno desarrollo el debate cibernético. Después de completar la distribución de la revista de marzo, el debate continúo en el foro de charlas donde se han publicado cartas disputando puntos de vista y comunicados de prensa de instituciones e individuos que han expresado su preocupación. El gobierno de Puerto Rico, a través de su Comisionado Residente, Anibal Acevedo Vilá, denunció enérgicamente el reportaje. En una carta al editor de National Geographic, William L. Allen, Acevedo Vilá y el Secretario de Desarrollo Económico y Comercio, Milton Segarra, se quejaron: "Estamos escandalizados por la falta de objetividad del reportaje". La carta continúa acusando el texto de Cockburn como "prejuiciado", que no logra proyectar "un punto de vista balanceado de la cultura puertorriqueña". El Secretario Segarra exigió una disculpa por parte de Allen e instruyó a la Compañía de Turismo de Puerto Rico que cancelara todo anuncio en Geographic, publicaciones afiliadas y programas de televisión. El Alcalde de San Juan, Jorge Santini, que apoya la estadidad para la isla, se quejó sobre la presentación de drogadictos inyectándose en un barrio de San Juan. Hizo la observación que un reportero puede encontrar escenas similares en cualquiera de las ciudades principales de los Estados Unidos. El Sr. Allen respondió diciendo que: "Una de las cosas más difíciles que tiene que hacer un reportero cuando cubre un asunto tan abarcador como Puerto Rico es determinar lo que debe incluir y lo que debe dejar afuera debido a las limitaciones de espacio". Otra contribución al foro de charlas, proveniente de un ejecutivo de publicidad en Puerto Rico, expresó la opinión que el reportaje sí muestra los colores reales de Puerto Rico, pero que se tornó en una trampa para los políticos de la isla que criticaron el reportaje, pero no querían aparecer como apoyando comentarios o imágenes negativas de cualquier aspecto de la vida y cultura de Puerto Rico. Muchos de los participantes en la charla cibernética aceptan que el reportaje, en general, es apropiado, pero se quejan de que uno u otro aspecto esencial de la vida en la isla fuera ignorado. Las expresiones a favor o en contra en el foro de charlas generalmente se relacionan con la manera en que se presentan en el texto anomalías que existen en la isla tales como: el argumento en torno al status político, la ambivalencia de los puertorriqueños ante su identidad, la sobrepoblación, la dependencia en los Estados Unidos. Particularmente irritante para quienes han formulado sus comentarios es la selección de fotos, que piensan que muestran a la isla como primitiva y atrasada. Fotos gráficas de adictos a heroína inyectándose en La Perla y la decapitación de un pollo vivo en una ceremonia de Santería, si bien auténticas, parecen haber molestado sobremanera a quienes se preocupan por la "imagen" de Puerto Rico que ahora ha sido diseminada entre los 7 millones de lectores de National Geographic alrededor del mundo. En la narración de su ensayo fotográfico en el sitio de Geographic en Internet, la Srta. Toensing dice que su propósito al aceptar el trabajo fue dar "voz y rostro a Puerto Rico". De su despliegue introductorio de dos páginas mostrando el torso de una joven con un vestido incandescente representando la bandera de Puerto Rico, a su imagen final de una adolescente gordita vestida para su cumpleaños de quinceañera, se incluyen un total de 10 "rostros" de Puerto Rico. Dos se relacionan con el ambiente tropical de la isla, dos muestran el ritmo y musicalidad que predomina entre sus habitantes y el resto muestran aspectos de la "realidad" social del Puerto Rico del siglo XXI. Los distintos participantes en el foro de charlas encontraron errores en virtualmente todas las fotografías del reportaje, excepto un pequeño mapa de la isla que muestra su relación con las islas vecinas. Parece que muchos no vieron sus "rostros" en la galería de la Srta. Toensing. Esta semana el Herald pide los puntos de vista de sus lectores en torno a la representación que se ha ofrecido de Puerto Rico en la edición de marzo de la revista National Geographic. Tomando en cuenta que es imposible que un reportaje resulte del agrado de todos los lectores, este Tema Candente busca una evaluación general de los lectores en torno a la exactitud y equidad del reportaje. Quienes opinen que "colores reales" ofrece un cuadro justo de Puerto Rico deben votar "Sí", mientras que los que opinen que ese no es el caso, deben votar "No". ¿Son reales "los colores"? ¿En general, considera que es exacto y justo el reportaje sobre Puerto Rico en la última edición de National Geographic?
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