 ¿Con qué nombre se bautizara al coliseo de millones de dólares que pronto se inaugurará en Hato Rey?
Esta pregunta está ocasionando una nueva pelea entre La Fortaleza y los legisladores del Partido Popular Democrático en el Capitolio, lo cual aporta la mejor prueba de que tanto si la gobernadora Calderón gana o no la reelección en el año 2004, el portavoz de la Cámara Carlos Vizcarrondo y el Presidente del Senado Antonio Fas Alzamora seguirán corriendo el peligro de perder su trabajo.
También está poniendo nuevamente de actualidad las razones estratégicas por las cuales Calderón quizás debería haber escuchado a su antiguo jefe, el anterior gobernador Rafael Hernández Colón, cuando insistía en que su hijo fuera su compañero en la carrera como comisionado residente. Dejando a un lado las cualidades de José Alfredo Hernández, el argumento que se había utilizado era que era mejor dejar a Anibal Acevedo Vilá en el Capitolio, debido a la total falta de talentos del PPD en la Cámara Legislativa.
Y este vacío es el que Vizcarrondo y Fas Alzamora han utilizado para llegar a los puestos de liderazgo que ahora ocupan. Y está claro que la Cámara Legislativa se está convirtiendo poco a poco en el mayor motivo de sonrojo para la administración, sean cuales sean las equivocaciones que haya podido cometer en sus casi dos años en el poder.
Calderón ha tenido enfrentamientos en el pasado con sus líderes legislativos, y recientemente les riñó por no haber logrado el respaldo para su iniciativa sobre la reforma de la financiación de las campañas y por acumular demasiados gastos de viaje, que supuestamente ella había dicho tenían una repercusión negativa en sus esfuerzos por lograr una mayor transparencia en el gobierno.
La pequeña pelea de esta semana tiene su origen en un total cambio de opinión de Fas Alzamora sobre el acuerdo al que había llegado con la gobernadora de poner a la estructura de Hato Rey el nombre de "Coliseo Puerto Rico." Los colegas del Senado de Fas Alzamora aprobaron el proyecto de ley, pero lo enmendaron cambiando el nombre del edificio al de "Coliseo Nacional de Puerto Rico Felisa Rincón de Gautier."
El miércoles, después de una reunión de tres horas entre la gobernadora y los líderes legislativos, Vizcarrondo anunció que la Cámara pospondría cualquier actuación sobre el proyecto de ley hasta enero, quedando en el aire hasta entonces la decisión sobre el nombre del coliseo.
Aunque en un principio estaba previsto que el martes se tomase una decisión sobre el proyecto de ley, la Cámara lo pospuso entre las protestas de algunos legisladores de que harían que se aprobase la enmienda del Senado. Entretanto, algunos legisladores de la minoría dijeron que la enmienda era anticonstitucional sobre bases de procedimiento, ya que durante la sesión especial convocada por la gobernadora solo podía tenerse en consideración legislación con respaldo ejecutivo.
Tanto Fas Alzamora como Vizcarrondo acordaron en un principio poner a dicha estructura el nombre de "Coliseo Puerto Rico", pero el jefe del Senado dijo que luego había sido convencido por los argumentos de otros miembros de ponerle el nombre de Felisa Rincón de Gautier.
"El voto fue unánime," dijo Fas Alzamora.
"Añadí la palabra ‘nacional,’ y no oculto el hecho, porque creí que esto es una nación."
"No alteraba el propósito original del proyecto de ley, que era el de proyectar internacionalmente la imagen de Puerto Rico, ya que el Coliseo Nacional de Puerto Rico es lo mismo que el Coliseo Puerto Rico," argumentó Fas Alzamora.
Una palabra no puede abrir una brecha con La Fortaleza, argumentó. Después de todo, ya que Dona Fela fue nombrada "Mujer de las Américas" en 1974 por una organización que él no podía nombrar en ese momento, añadió, el nombre del Senado también serviría para utilizarlo con el fin de "internacionalizar" Puerto Rico.
Pero cuando la palabra es "nacional" en Puerto Rico, una palabra puede cambiar mucho, y Fas Alzamora debe saberlo.
El presidente del Partido Nuevo Progresista, Carlos Pesquera, calificó la enmienda de "inminentemente divisoria" y dijo que socavaría los esfuerzos por crear unidad entre los puertorriqueños. Calderón respondió indicando que vetaría la medida. "Acordé firmar una ley con el nombre de Coliseo Puerto Rico, y esa es la ley que firmaré," dijo.
Vizcarrondo, entretanto, dijo que la Cámara todavía estaba analizando la medida y posteriormente dijo que el tema se pospondría hasta enero, a menos que se llegase a un compromiso en la actual sesión especial.
El verdadero problema del debate sobre el nombre del coliseo es que se trata de algo tan poco prioritario en un momento en que se necesita un debate sobre diversos asuntos, pasando por la economía, el status, y Vieques.
El éxito o el fracaso del coliseo no tendrá nada que ver con su nombre y sí con su gestión.
Un modo inteligente de apartar este asunto del debate público sería hacer lo que están haciendo miles de ciudades en todos los Estados Unidos— vender el nombre y los derechos de comercialización a empresas privadas, lo cual probablemente funcionaría mejor para poner a Puerto Rico en el punto de mira internacional que cualquier otra cosa que se le pudiera ocurrir al gobierno.
Pero algo me dice que esto nunca ocurrirá.
La gobernadora tiene mucho de qué ocuparse y no creo que se sienta demasiado feliz con el control por parte del PPD de la Cámara Legislativa, que le está proporcionando más problemas que soluciones.
La reunión de esta semana fue un desastre. No solo quedó sin resolverse el asunto del coliseo, Calderón tuvo que vetar la legislación sobre la gratificación de Navidad que concedía a los trabajadores del ELA un aumento de $125 este año, porque la Legislatura había incluido una cláusula que ampliaba este derecho a los empleados municipales.
La disposición obligaba al ELA a pagar el 50 por ciento del incremento municipal, con un costo de $3,8 millones. Pero dado que las agencias del gobierno central están pagando los aumentos mediante recortes presupuestarios, la administración no estaba dispuesta a proporcionar mas fondos para los trabajadores municipales.
La gratificación de Navidad se seguirá dando a los empleados, pero por orden ejecutiva, no mediante legislación.
Supuestamente, Calderón también está disgustada con los viajes de los legisladores. Fas Alzamora se está convirtiendo en uno de los principales causantes. Esta semana defendió una escapada a Méjico diciendo que un grupo político regional había presentado una resolución sobre Vieques y había elegido para ocupar un cargo al Vicepresidente del Senado Velda González — como si estas fueran razones suficientemente buenas como para justificar un viaje con fondos de los contribuyentes.
Por su parte, La Fortaleza se ha negado supuestamente a aceptar unas 200 leyes presentadas por la Cámara y el Senado la semana pasada, con el fin de no poner en marcha el contador del tiempo sobre los 10 días de que dispone la gobernadora para firmarlas o vetarlas.
Dadas las actuales relaciones, es de suponer que la gobernadora vetará muchas medidas.
Aún más, durante los restantes dos años de su mandato, Calderón sin duda se esforzará por ajustarse más a su plataforma de campaña. Tanto Fas Alzamora como Vizcarrondo, han dado la impresión de hallarse curiosamente desconectados del electorado para tratarse de líderes legislativos.
La gobernadora tiene cosas mucho más importantes de que preocuparse que las molestas controversias creadas bajo el liderazgo de Vizcarrondo y Fas Alzamora.
Y — aún más importante quizás — existe una larga y fuerte tradición en Puerto Rico de que los gobernadores han mantenido una mano de hierro sobre sus legislaturas. Es de esperar que en los próximos dos años Calderón trate de demostrar que es capaz de cumplir esta tradición. Hasta que las elecciones del 2004 arraiguen firmemente a finales del próximo año, la batalla La Fortaleza-Capitolio se está convirtiendo en la lucha política más observada de la isla.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |
