No es fácil sentir lástima por Edwin Mundo, un cáustico legislador veterano, con la apariencia y el estilo combativo de un perro de presa político.
Pero gracias al Portavoz de la Cámara, Carlos Vizcarrondo y compañía, una oleada de simpatía pública hacia Mundo se ha desatado durante toda esta semana.
Mundo, que junto con otros tres responsables del Partido Nuevo Progresista se enfrentan a cargos por alteración del orden público, originados por el incidente del 20 de junio en el que se izó la bandera en la Oficina de la Defensora de la Mujer, ganó el domingo pasado una elección especial del PNP para ocupar el asiento de la Cámara que había quedado vacante tras la dimisión de Ángel Cintrón.
Pero la delegación en la Cámara del Partido Popular Democrático dirigido por Vizcarrondo ha decidido que no jure su cargo hasta que un comité especial investigue su "capacidad legal" para ocupar un cargo público. Esta medida, tomada debido a los cargos criminales a los que se enfrenta, no es solo una afrenta para Mundo, si no a los más de 100.000 miembros del PNP que votaron en la elecciones para que ocupase el escaño desocupado.
"La Cámara es el único juez de la capacidad de sus miembros," dijo Vizcarrondo al anunciar la medida.
Quizás Vizcarrondo ha pasado demasiado tiempo mirando a través de los cristales oscurecidos de las ventanillas de su vehículo oficial con chofer, claro, pagado con fondos públicos. Su declaración suena a paternalismo y es una clara muestra de que ha perdido el contacto con la gente que le puso en el cargo.
Debería recordar que el cuerpo legislativo que lidera se llama la Cámara de Representantes. Puede que el PPD haya ganado las últimas elecciones, haciéndose no solo con La Fortaleza si no con las mayorías en la Cámara y el Senado, lo que hizo posible que Vizcarrondo ocupase la oficina más lujosa de la Cámara. Pero la Cámara se fundó como representación del pueblo, incluso aquellos que votaron por el "verbalmente agresivo" e "irrespetuoso" Mundo, como le ha llamado el Comisionado del PPD, Carlos López Feliciano.
No obstante, Vizcarrondo está comportándose como si la Cámara de Representantes se tratase de algún tipo de club privado y sus miembros tuvieran derecho de veto sobre quien puede entrar o no.
Vizcarrondo debería saber que los representantes no tienen este poder; solo lo tienen los votantes, ejerciendo su derecho democrático en la inviolabilidad de las urnas.
A mucha gente le desagrada Edwin Mundo, que ingresó en la Cámara en 1993 y llegó a Vicepresidente en 1999. Un legislador beligerante, que también ha tenido enfrentamientos dentro de su propio partido, fue un incansable crítico de la gobernadora Calderón durante su último mandato y cuando ella fue alcaldesa de San Juan.
Muchos atribuyen su derrota en las elecciones del año 2000 a su excesiva dependencia en difamar y atacar a los candidatos de la oposición. Según muchos, la derrota del PNP fue achacable, al menos en parte, a la mentalidad agresiva que personificaban Mundo y otros.
Algunos testigos oculares del incidente en que se izó la bandera, han declarado que las cosas se descontrolaron ya que Mundo había comprado una cadena e iba a encerrar al personal dentro de la oficina a la cual se impedía la entrada a los seguidores del PNP. Pero tendrá su oportunidad en el tribunal y no debe ser castigado, caso de serlo, antes de entonces.
Mundo es un superviviente político y sus colegas del PPD en la Cámara ya debería saber esto a estas alturas. Incluso la derrota en las elecciones no impidió a Mundo seguir teniendo influencia en el Capitolio, y logró hacerse con contratos de asesoría de sus ex colegas del PNP que habían logrado ganar las elecciones. Dichos contratos fueron cancelados por Vizcarrondo después de que Mundo fuera acusado de disturbios públicos.
Cuando Ángel Cintrón anunció que dimitía de su escaño, Mundo inmediatamente aprovechó la ocasión. Ganó claramente ante sus dos oponentes, obteniendo un 60 por ciento de los votos.
No está claro porqué Vizcarrondo está conduciendo a su delegación por esta dudosa senda legal. Pero parece empeñado en conseguirlo, incluso después de que Mundo prometiera renunciar a su escaño si era condenado por los cargos de alteración del orden público.
El representante del Partido Independentista Puertorriqueño, Víctor García San Inocencio, fue quien mejor lo expresó cuando dijo que la medida tomada por el PPD "viola tres principios básicos: la presunción de inocencia de Mundo, la presunción de que la mayoria debe proteger los derechos de la minoria y de que nadie debe ser castigado por sus ideas."
En privado, algunos legisladores del PPD dicen que la decisión fue tomada para demorar la jura del cargo, porque creyeron que no habría suficientes votos para cumplir el requisito de dos tercios para expulsar a Mundo si se le encuentra culpable de alterar el orden público.
Pero si quieren asumir una postura de superioridad moral, deberían al menos hacer que Mundo jurase ahora su cargo, y luego iniciar contra él los procedimientos éticos sobre la base de los cargos por alteración del orden público. El antiguo senador Nicolás Nogueras fue echado de su cargo mientras se enfrentaba a cargos por evasión de impuestos, aunque al final prevaleció en los tribunales con relación a este tema.
Lo que aún resulta más desconcertante para muchos observadores políticos es porqué el PPD está tan preocupado por Mundo.
Seguro que pasará sus días sus y noches atacando a la administración Calderón y a sus colegas del PPD. Pero aunque con su modo de hablar se haya ganado el afecto de los votantes que participan en unas elecciones internas del PNP, puede seguir perjudicándole, así como a sus colegas, cuando se trate de unas elecciones generales.
Sean cuales sean las motivaciones que hayan contribuido a ello, la medida de excluir a Mundo puede volverse en contra de Vizcarrondo y del PPD. Si no jura su cargo antes del viernes, Mundo presentará una demanda para ocupar su escaño y es probable que se salga con la suya.
Los votantes han hablado y han escogido a Mundo. Vizcarrando debería oír sus voces en lugar del eco de sus propias declaraciones y las de sus asesores legales, retumbando por los pasillos del Capitolio.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |