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PUERTO RICO HERALD

El Yunque: orgullo de Puerto Rico


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7 de junio de 2002
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Bajo la mirada protectora del espíritu del indio taino Yuquiyú y conocido entre los puertorriqueños y turistas como El Yunque, el Bosque Nacional del Caribe es el orgullo de Puerto Rico y el único bosque tropical dentro del sistema forestal nacional de los Estados Unidos

Es un paraíso de brillante verde que abarca 28,000 acres en las frondosas montañas de Luquillo (donde el mitológico espíritu benigno Yuquiyú vela sobre Puerto Rico y su pueblo desde su imponente trono en la cima de la montaña), con riscos tallados por la naturaleza, imponentes cascadas, contorcionados helechos, infinidad de flores silvestres y abundancia de planta y árboles exóticos. Las elevaciones en el bosque varían entre 100 pies en su punto más bajo a 3,533 en el Pico El Toro, uno de los siete picos en el bosque que se elevan a más de 3,000 pies de altura.

Los visitantes al bosque no necesitan ir hasta el pico más elevado, sino realizar una caminata de menos de una milla hasta el Monte Britton a 3,075 pies de altura, desde donde, además de poderse ver el propio El Yunque, puede verse el océano Atlántico, el Caribe y gran parte de la isla de Puerto Rico. La conveniente ubicación del Yunque, a menos de una hora de San Juan, permite fácil acceso a los visitantes — casi un millón anualmente — que van al Yunque de pasadía, a unirse a giras con guías, a escalar uno de sus muchos senderos, o simplemente disfrutar de su impresionante flora y fauna.

El centro de atracción de la fauna del bosque son sus aves, reptiles y anfibios. Hay 77 tipos de aves, 8 tipos de lagartijas, 13 tipos de ranas coquí (la famosa ranita puertorriqueña que canta), y muchas variedades de peces, camarones y otra vida acuática. Hay unas pocas culebras pequeñas, no venesas, aunque la escurridiza boa puertorriqueña puede llegar a crecer hasta 7 pies, y no hay lagartos o animales grandes tal como monos o gorilas.

El Yunque es el hábitat mayormente de criaturas pequeñas porque es un bosque tropical relativamente pequeño. Es el bosque más pequeño que administra el Sistema Nacional de Bosques, pero tiene el sistema más diverso de todos y es la reserva forestal más antigua del hemisferio occidental. El bosque fue creado en 1876 cuando el Rey Alfonso XII de España designó 12,000 cuerdas (aproximadamente 11,000 acres) para proteccion perpetua. En 1903 el bosque se proclamó como la Reserva Forestal de Luquillo y pasó a formar parte del Sistema Nacional de Bosques de los Estados Unidos bajo la administración del Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

El Servicio Forestal en El Yunque ahora desempeña una doble función: proteger el medio ambiente y proveer al público la oportunidad de disfrutar de este majestuoso milagro de la naturaleza. Se opera bajo la convicción que la educación ambiental ayuda a proveer una mejor experiencia humana en el bosque. En Puerto Rico el punto de partida para esa educación es el recientemente renovado y expandido centro del bosque tropical, El Portal, que sirve de centro de información y de exposiciones del Bosque Nacional del Caribe, El Yunque.

Es ahí donde se puede ir a obtener datos sobre el bosque. En El Yunque hay 240 especies nativas de árboles, 23 de ellas sólo se encuentran en el bosque tropical; 88 especies de árboles exóticos, algunos de ellos ya centenarios cuando los exploradores españoles merodearon por la isla 500 años atrás; 50 especies de orquídeas locales, del tamaño de una uña hasta las más grandes; y 150 especies de helechos de todo tipo.

Además de hermosas fotografías de las numerosas cascadas y arroyos en el bosque, exposiciones en El Portal que se rotan regularmente explican la importancia del agua, no sólo para la vegetación del bosque, sino para todo el pueblo de la isla.

El Yunque es la zona más húmeda en Puerto Rico. Recibe una precipitación fluvial de un promedio de 120 pulgadas al año. Se calcula que el bosque recibe unos 100 mil millones de galones de agua de lluvia todos los años. La flora sólo puede absorber una parte.

El agua que fluye por el bosque es abundante y provee muchos beneficios a la población puertorriqueña, incluyendo agua para uso municipal y doméstico, generación de energía eléctrica, hábitat para los peces y vida silvestre, y para fines recreativos. La Autoridad de Acueductos y Servicio de Alcantarillado de Puerto Rico (PRASA) opera 12 represas en el bosque y el agua de los arroyos se canaliza a plantas de tratamiento que proveen agua a nivel municipal para usos domésticos e industriales. 20% de la población de Puerto Rico depende del agua del bosque y se calcula que un 14% del total del agua que el bosque genera se usa para consumo del pueblo.

Además de la administración del agua, el Servicio Forestal se preocupa de la protección de las plantas y vida silvestre en peligro de extinción. Hay 8 especies de plantas que aparecen en la lista federal de plantas en peligro de extinción y 30 especies de plantas muy delicadas que se sabe que existen en el bosque.

Además de la protección de la flora, se están realizando estudios para localizar y proteger hábitats críticos para las aves nativas tales como el águila puertorriqueña de talones puntiagudos (Accipter straitus venator) y el águila puertorriqueña de alas grandes (Buteo platypterus), ambas en la lista de especies en peligro de extinción.

Sin embargo, la mayor preocupación en cuanto a aves es la cotorra puertorriqueña, una de las 10 especies de aves en mayor peligro de extinción en el mundo. Los indios taínos la llamaban "higuaca" y su nombre científico es "Amazona vittata", pero la mayoría de las personas simplemente se admiran de su belleza. Es una cotorrita de color verde brillante que apenas alcanza un pie de largo con extremos azules en sus alas, la frente roja, círculos blancos alrededor de los ojos, y pico y patas color crema.

El Servicio Forestal informa que "de una población en toda la isla que alcanzó varios miles (posiblemente más del millón cuando Colón descubrió la isla), se redujo al nivel más bajo de sólo 13 cotorras en 1975. La población ha comenzado a aumentar lentamente después de 1975 alcanzando 47 en su hábitat silvestre, antes del huracán Hugo, pero se redujo nuevamente a sólo 23 de ellas después de la tormenta. En la actualidad la manada silvestre se encuentra casi en la misma cantidad que antes del huracán. Otras 79 cotorras adultas se encuentran en cautiverio en reservas en el Bosque Nacional del Caribe y el Bosque de Río Abajo".

Esas son buenas noticias para cualquiera que esté programando una visita al Bosque Nacional del Caribe… El Yunque… ¡orgullo de Puerto Rico!

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