En lo que se ha convertido en una tradición desde la muerte del agente de seguridad civil, David Sanes Rodríguez, hace tres años durante un bombardeo fracasado, la reanudación por parte de la Marina esta semana de las maniobras, fue acogida con protestas en Vieques y con el arresto de cinco personas que se aventuraron en el campo de tiro vedado.
Pero desde el Lunes, las cosas han estado inusualmente calladas en este pueblo de la isla, y los juegos de guerra de la Marina han continuado sin demasiadas intromisiones.
La muerte de Sanes Rodríguez revitalizó la oposición local ante la presencia de la Marina, y la convirtió en un movimiento de protesta que atrajo la atención internacional. Pero ese movimiento, que ha dependido de la desobediencia civil como su principal arma, parece hallarse en una encrucijada.
Las informaciones de la prensa nacional afirman de forma rotunda que el movimiento ha perdido fuerza tras los ataques terroristas del 11 de Septiembre en Nueva York y Washington, y hay muchos menos manifestantes durante esta ronda de prácticas que durante las prácticas de la pasada primavera cuando docenas de infractores, entre los que se encontraban nombres tan importantes como el Reverendo. Al Sharpton y el abogado de temas medioambientales Robert F. Kennedy Jr., fueron arrestados.
La mayor parte de las protestas llevadas a cabo esta semana contaron con la asistencia de los residentes de Vieques y un pequeño grupo de partidarios de la isla principal de Puerto Rico.
Los grupos de protesta dicen que la Marina ha aumentado las medidas de seguridad, haciendo más difícil para los grupos puedan cruzar la zona vallada de la reserva militar del Campamento García donde está enclavado el campo de tiro. Habiendo aprendido la lección de anteriores prácticas, las fuerzas armadas han hecho una fuerte inversión en la iluminación de ciertas zonas y asegurando otras, según los manifestantes. El Secretario de Marina, Gordon England, dijo recientemente que las medidas de seguridad adicionales en Vieques para combatir las protestas habían costado a la Marina $11 millones.
Los grupos de protesta, que juran que esta semana entrarán más personas en el campo de tiro, también dicen que están utilizando sus recursos de forma estratégica, de modo que los actos de desobediencia civil continuarán hasta el 22 de Abril, cuando está previsto que finalicen las maniobras. También dicen que los actos de desobediencia civil estarán sincronizados para lograr dar la máxima publicidad a sus actividades.
Un legislador del Partido Popular Democrático ha dicho que él entraría ilegalmente en el campo de tiro, y que una delegación de destacados líderes políticos y civiles puertorriqueños de la zona continental de los EE.UU. tienen prevista su visita a la isla para el Sábado.
Cientos de personas, la mayoría puertorriqueños, han sido arrestadas desde que una redada federal limpió el campo de tiro de campamentos de manifestantes en Mayo del año 2000. Y la pregunta que queda en el aire es cuántos puertorriqueños más están dispuestos a ir a la cárcel por la causa de Vieques especialmente desde que los jueces federales han demostrado haber perdido la paciencia con los manifestantes y han ido aumentando las condenas.
No obstante, lo que es aún más importante, es hasta que punto resulta eficaz la desobediencia civil después de los ataques del 11 de Septiembre.
Inmediatamente después del ataque, en el transcurso de una ronda de prácticas de la Marina a finales de Septiembre y primeros de Octubre, los manifestantes anunciaron una moratoria de los actos de desobediencia civil por respeto a las víctimas de los ataques y por temor a que las crecientes medidas de seguridad en las instalaciones militares pudieran poner en peligro las vidas de los manifestantes de Vieques.
Pero inmediatamente prometieron reanudar los actos de desobediencia civil durante la siguiente ronda de prácticas de la Marina que está celebrándose esta semana. En Enero, la anterior ronda de prácticas fue abandonada cuando un grupo de apoyo que iba a realizar aquí su entrenamiento fue desviado anticipadamente al Golfo Pérsico.
No resulta sorprendente que el movimiento de protesta de Vieques, dirigido por el Alcalde Damaso Serrano, que pasó cuatro meses en la cárcel por entrar ilegalmente en terrenos de la Marina, sigua considerando la desobediencia civil como "la única manera de garantizar la salida de la Marina."
Las protestas y la publicidad que generaban eran vitales para los triunfos obtenidos por los residentes de Vieques desde el acuerdo Clinton-Rosselló convocando a una votación para decidir el futuro de la Marina, hasta la promesa del Presidente Bush de ordenar a las fuerzas armadas la retirada de la isla en Mayo del año 2003.
Pero en el mundo posterior al 11 de Septiembre, la desobediencia civil contra la Marina de los EE.UU. no tiene el mismo efecto que antes. Los manifestantes no pueden esperar el mismo trato de simpatía de hecho se exponen a ganarse el desprecio del público en los EE.UU., que ve como una necesidad las prácticas militares conforme la situación en Oriente Medio continúa deteriorándose.
La pelea que se produjo esta semana entre un defensor de la estadidad que llevaba una bandera Americana y los manifestantes contra la Marina ya ha dado al movimiento de protesta una mala reputación.
El líder sindical de Nueva York, Dennis Rivera, que cumplió un mes de condena en prisión por entrar ilegalmente en terrenos de la Marina el año pasado, dijo que, después de los ataques, las protestas contra la Marina podrían resultar contraproducentes a la causa en vista de la devastación ocurrida en Nueva York.
El pasado mes de Julio, siete de cada diez residentes de Vieques pidieron a la Marina que abandonase la isla - no, como algunos comentaristas han dado a entender, porque eran anti-Americanos, si no porque creían que la presencia de la Marina era perjudicial para su hogar.
Si la votación se celebrase hoy, el resultado sería sin duda el mismo, y la Marina solo puede culparse a si misma.
Pocos residentes de Vieques creen realmente que la Marina se irá dentro de un año, tal como Bush ha prometido. Después de todo, el tan celebrado referendo federal que hubiera permitido a los residentes de Vieques decidir el futuro de la presencia de la Marina aquí, fue bruscamente anulado después de más de un año prometiendo que se celebraría.
La cuestión principal ahora en Vieques es, ¿deben continuar las protestas?
La utilidad de un movimiento de protesta civil que dura tres años puede ser cada vez en el momento en que el Presidente dice que la Marina se marchará dentro de un año.
Quizás los grupos de protesta deberían considerar la posibilidad de ampliar la moratoria de los actos de desobediencia civil establecida después del 11 de Septiembre hasta el siguiente mes de Mayo.
John Marino, Editor de Ciudad de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net |